Categoría: Topónimos

Carretera de Ourense a Portugal: a su vera, Parderrubias. Por Juan Carlos Sierra Freire

Carretera de Ourense a Portugal: a su vera, Parderrubias. Por Juan Carlos Sierra Freire

A mediados del siglo XVIII, las vías de comunicación existentes en la comarca de Parderrubias se limitaban, según Sierra Fernández (2018), a un par de veredas y un sinfín de “caminos de herradura” (senderos estrechos, por donde únicamente transitaban caballerías) y “caminos de rueda” (caminos de tierra pisada por el paso de personas, animales y carros). Una de las dos veredas era la que unía la capital ourensana con las tierras de Celanova, vía que se acabaría convirtiendo con el paso del tiempo en la actual carretera de Ourense a Portugal. Se trataba de un camino de tierra batida, plagado de obstáculos, con terraplenes, barrancos escavados por el agua y cruces de regatos sin puente alguno que había que vadear. Todo ello hacía que fuese una senda prácticamente intransitable durante los crudos inviernos. El tramo más transitado y, por tanto, con un firme más consolidado, era el que unía Bentraces con la ciudad. Ello era debido al uso diario que los arrieros de los Cotos de Bentraces, Sobrado do Bispo y Barbadás hacían de él para el transporte de cereales y vino hacia Ourense y Pontevedra. Sierra Fernández (2018) llega a contabilizar en el año 1750 hasta 20 arrieros en Bentraces, 24 en Barbadás y 47 en Sobrado.

Será a finales del siglo XIX cuando se inicien los trámites para ejecutar una de las obras que cambiaría la fisonomía del pueblo de Parderrubias, incluso llegando a dar nombre a una zona de la Parroquia: A Carretera. La obra en cuestión es la construcción de la carretera de Ourense a Portugal, pasando por Celanova. La vida de algunos vecinos de Parderrubias estuvo y está asociada a ella, pues nacimos y crecimos a su vera, viendo pasar vehículos en muy distintas épocas y siendo testigos del transcurrir de la vida a través de su calzada. A sus márgenes, desde la primera década del siglo XX, se fueron levantando viviendas. La primera casa fue la de Os Escultores, y más tarde vendrían la de don Isolino Camba, Felipe Garrido, Nicanor Lorenzo, mi abuelo Paulino, Adolfo Garrido, José Seara, Aurelio Grande, hasta llegar a la década de los setenta, época en la que tiene lugar el auge de la construcción en esta zona del pueblo, con la edificación de otras viviendas (Ramón Quintas, Higinio Grande, José Outumuro, Benito Rodríguez, Hermenegildo Outumuro, Eladio Grande, Paulino Sierra, José Sueiro, Isidro Grande, etc.).

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Carretera de Ourense a Portugal, a su paso por Parderrubias en los años sesenta.

Las obras de la construcción de la carretera se dividieron en dos secciones (Ourense a Celanova y Celanova a la frontera con Portugal), que a su vez se subdividieron en trozos, iniciándose primero los tramos más próximos a Portugal. En noviembre de 1884, ante el Gobernador Civil, en la Dirección de Obras Públicas, se llevaba a cabo la subasta de las obras del trozo noveno de la segunda sección, que enlazaba Aceredo (pueblo hoy sumergido bajo las aguas del embalse) con Lindoso; el presupuesto ascendía a 160.452,21 pesetas (Diario de Avisos de La Coruña, 3 de octubre de 1884). En abril de 1886, el Consejo de Ministros aprobaba la subasta de las obras de la Sección de Orense a Celanova que enlazaría con la carretera de Villacastín a Vigo, frente al Jardín del Posío. En julio de ese año se celebraban subastas de obras en la primera y segunda sección, haciéndose con ellas José Rodríguez Sotelo por 705.000 pesetas (El Eco de Galicia, 4 de julio de 1886). Sin embargo, debido a problemas en la subasta, el ministro de Fomento acuerda, en febrero de 1889, la rescisión de la contrata, remitiendo el proyecto a la Jefatura de Obras Públicas de Ourense para un nuevo estudio con un plazo de 30 días, a fin de anunciarse inmediatamente, en forma, la subasta de las obras (Crónica de Pontevedra, 21 de febrero de 1889). Ya en octubre de 1891, gracias a las gestiones del diputado a Cortes por Celanova, Senén Canido, es aprobado por el Ministerio de Fomento un nuevo proyecto de la primera sección, cuyo presupuesto de contrata ascendía a la cantidad de 660.174,90 pesetas, incluyendo la travesía de Celanova (El Lucense, 26 de octubre de 1891). Las obras tenían que comenzarse antes de los sesenta días y deberían quedar terminadas en el plazo de cinco años, es decir, en 1896. Con respecto a los tramos más adelantados, próximos a la frontera con Portugal, en noviembre de 1890 se verificaba la recepción de las obras correspondientes a los trozos noveno y décimo (El Regional, 1 de noviembre de 1890). A principios de 1891 se abrían al tráfico tramos de la segunda sección.

A finales de 1893 se concluía la construcción del puente sobre el río Orga, entre Celanova y Vilanova dos Infantes, que consistía en una obra de fábrica (El Eco de Galicia, 5 de diciembre de 1893). En ese año trabajaban en las inmediaciones de Vilanova un total de 600 jornaleros. En esas mismas fechas, se iniciaban las obras en el término municipal de Barbadás (El Regional, 14 de octubre de 1893). En el último trimestre de 1894 se ejecutan expedientes de expropiación de terrenos en el término municipal de Lovios y estaban próximos a terminarse los de los municipios de Lobeira y Celanova (El Diario de Galicia, 26 de octubre de 1894). A principios de ese año 1894 se trabajaba con intensidad en las inmediaciones de Bentraces (Diario de Lugo, 21 de marzo de 1894).

En abril de 1895 se intensifican los trabajos en las inmediaciones de la capital ourensana haciéndose contratas a un gran número de jornaleros. En el mes de noviembre se había finalizado la roturación de los terrenos en las inmediaciones de A Valenzá. Este tramo facilitaría la comunicación entre los pueblos de A Valenzá, Sobrado y Bentraces, que en ese momento eran importantes zonas vinícolas. En octubre de ese año ya se podía ir en carruaje desde A Merca hasta la villa de San Rosendo. Una cantera en el Polvorín proporcionaba materiales para los cimientos del puente sobre el Barbaña, cerca de los Jardines del Posío (El Diario de Galicia, 2 de junio de 1896). Dicho puente se finalizó a finales de agosto del año 1897, siendo sustituido en el año 1963 por otro que costaría diez millones de pesetas. Los trabajos del puente se habían iniciado en agosto de 1896, teniendo que desalojar importante caudal del río mediante una bomba y braceros, con el fin de poder colocar las piedras de los cimientos. El problema de ese puente era que estaba en el fondo de un desnivel por lo que los autos y los carruajes que entraban o salían de la ciudad tenían que acelerar bajando para poder ganar la cuesta al salir de él, con el peligro que ello suponía para los peatones y los propios conductores.

El 5 de agosto de 1897 se llevó a cabo en el Gobierno Civil la subasta de acopios para la conservación de la segunda sección por el importe de 3.460,31 pesetas. El 12 de agosto de 1905 se adjudicaban en pública subasta los acopios para conservación durante los años 1905 a 1907 de toda la carretera por 18.079,22 pesetas (La Correspondencia Gallega, 29 de julio de 1905). Estos acopios consistían básicamente en piedra machacada para conservación del firme. Así, en mayo de 1930, se le adjudica a Aurelio Fernández el tramo desde el kilómetro uno al doce por 53.000 pesetas (La Región, 16 de mayo de 1930).

Las obras no estuvieron exentas de accidentes y víctimas. En julio de 1893, en las inmediaciones de Vilanova dos Infantes, un desprendimiento de tierras ocasionaba la muerte de un jornalero y heridas de consideración a otro (Gaceta de Galicia, 9 de julio de 1893). También hubo paralizaciones provocadas por el mal tiempo, como la causada por el temporal de enero de 1896.

En el año 1896 se hace pública la lista de vecinos de Parderrubias que eran propietarios de fincas que, en todo o en parte, serían expropiadas para la construcción de la carretera.

A los efectos de art. 17 de la ley de expropiación forzosa se publica a continuación la relación nominal rectificada por el Sr. Alcalde de la Merca, de los propietarios de las fincas que es necesario ocupar con las obras de construcción de parte de los trozos 3º y 4º de la primera sección de la carretera de tercer orden Orense a Portugal por Celanova y Bande a fin de que las personas o corporaciones interesadas puedan exponer dentro del plazo de quince días contra la necesidad de la ocupación que se intenta. Lo que se hace público mediante este diario oficial para conocimiento de los interesados. Orense 18 de julio de 1896. El Gobernador Sérvulo M. González” (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 20 de julio de 1896).

Entre los terrenos expropiados había robledos, pinares, prados, tojales, montes, tierras de labradío de secano y de regadío, y viñedos. Se expropiaron fincas en la Cubela, Seixal, Campinas, Val das Fentas, Siesteiro, Seixo, Porto de Nigueiroá, Curtiña, Besada, Veiga, Corredoira, Veiga da Fonte, Carballeiriña, Carballeira, Táboa, Barge, Campo do Forno, Longuda, Xesteiriña, Nogueiriña, Ladeira de Bouzas, Salgueira y Fonticeira. En la fotografía de más abajo, correspondiente al Boletín Oficial de la Provincia de Orense del lunes 20 de julio de 1896, se pueden leer los nombres de algunos propietarios de fincas expropiadas, entre ellos los de mis bisabuelos Benigno Fernández Seara y Manuel Seara Casas, y mi tatarabuelo Benito Iglesias Pascual. En marzo de 1898 se ordena el pago de los terrenos expropiados en el municipio de A Merca, que se haría efectivo el 21 de noviembre en la Casa Consistorial. En ese mes de marzo había una gran actividad en las obras que transcurrían en el municipio, en donde el contratista había dado empleo a muchos jornaleros de la zona con el enorme beneficio económico que ello suponía para la comarca (El Eco de Galicia, 20 de abril de 1898). A principios de marzo de 1898 tres brigadas de jornaleros trabajaban en las obras del trozo tercero.

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Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 20 de julio de 1896.

En el albor del siglo XX, se abría a la circulación la carretera de Ourense a Celanova, arteria fundamental para el desarrollo de toda la comarca. En octubre de 1901, únicamente restaba por abrir al tráfico un tramo de dos kilómetros en el término de Parderrubias. De todos modos, todavía en el año 1906, gracias a las gestiones de Bullagal, diputado a cortes por el distrito de Bande, tenía lugar la subasta de un pequeño trozo en las proximidades de Entrimo. Los viajeros con destino final Entrimo llegaban a Cabaleiros y, desde este punto, tenían que terminar a pie el trayecto. La contrata ascendió a 59.756,65 pesetas.

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Casa de Parderrubias al lado de la carretera.

Periódicamente, y hasta nuestros días, el trazado fue objeto de reparaciones y mejoras. Así, por ejemplo, en agosto de 1915 se adjudicaron en subasta pública las obras de reparación de explanación y firme de los kilómetros 11 a 13, 18 a 25, 29 a 31, 37, 40, 41, 52 y 60 a 62 por 211.400,36 pesetas. En enero de 1924 se adjudicaban obras de reparación de los kilómetros 11 y 12 a Guillermo Gallego por la cantidad de 118.000 pesetas. En junio de 1935 se adjudicaron los kilómetros 11, 12 y 13, con riego superficial asfáltico, a Benito Malvar Corbal, de Pontevedra, por la cantidad de 36.000 pesetas; en septiembre le serían adjudicadas las obras de mejora de los kilómetros 14 al 19 por 37.900 pesetas.

En su apertura, la carretera no estaba asfaltada en todo su recorrido, hecho que se haría realidad varias décadas más tarde. En 1934, únicamente estaba asfaltado el primer kilómetro a la salida de la capital; en el resto, su firme estaba apisonado de morrillo y arena. Todavía en 1956, a pesar del ya intenso tránsito de camiones y turismos que había de Ourense a Entrimo y Lovios, únicamente estaba asfaltado el tramo hasta Celanova, hallándose a partir de ese punto el firme cubierto de tierra:

“…mejor dicho, de ese polvo que en las épocas secas se levanta en cegadoras nubes que se meten por los ojos, nariz y boca de quien vaya detrás, a pie o en coche, del auto que las levanta…“ (La Región, 10 de noviembre de 1956).

A principios del siglo XX, a pesar de encontrarse ya terminada la carretera, el servicio de transporte prestado por la empresa de carruajes era de escasa calidad y caro. Así, desde el diario El Eco de Orense, del 7 de agosto de 1901, se reclaman vehículos más amplios y cómodos, y que se abaratase el precio del billete a 2 pesetas a Celanova, y a 1,25 a Parderrubias. Las reclamaciones surtieron efecto y a finales de año la empresa puso en circulación coches de diez asientos a un precio de 2,50 pesetas a Celanova. En 1904, una plaza de asiento en el carruaje de Ourense a Celanova, en los servicios de las seis de la mañana y de las cuatro de la tarde costaba 3 pesetas. A finales de 1923, la empresa de automóviles que unía la capital ourensana con Celanova y Entrimo tardaba tres horas en llegar al destino. En 1913 eran ya dos las compañías de automóviles que hacen la línea Orense-Celanova-Bande-Entrimo, pues en agosto de ese año Enrique y Paulino Fernández y Compañía adquirían dos flamantes Hispano-Suiza fabricados en Barcelona para realizar dicho trayecto; la competencia a Dion Bouton, la otra empresa que hacía el recorrido de Ourense a la frontera portuguesa, se hacía realidad. En 1927, las empresas La Competencia y Suárez hacían ese recorrido a diario. Las rudimentarias características técnicas de estos vehículos, junto con las condiciones de la carretera, hacían que de vez en cuando saltasen a las páginas de noticias accidentes en los que se veían involucrados estos coches de línea. Era habitual que en el techo de estos vehículos viajasen pasajeros. Dado el riesgo de caídas, el 22 de julio de 1927, la Junta Central de Transportes obliga a las empresas de transportes a colocar en la parte superior de sus coches una barandilla horizontal de hierro de 80 centímetros.

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A Carretera. Primer automóvil de Parderrubias a finales de los años veinte. Fotografía de Manuel Garrido «Os Escultores»  (tomada de De los Ríos Conde, 2018).

Aunque el problema de los accidentes de tráfico, obviamente, no tenía la magnitud actual, sí se producían sucesos que más bien eran consecuencia de las paupérrimas condiciones de las carreteras y de las limitaciones de los vehículos que las transitaban, como fue el vuelco de una camioneta en el puente de Parderrubias, que en dirección a Ourense fue envestida por otra que intentaba adelantarla, resultando heridos sus tres ocupantes, que tuvieron que ser evacuados a la Casa de Socorro por el coche de línea que provenía de Entrimo (El Orzán, 18 de septiembre de 1926; La Región, 19 de septiembre de 1926). Tal vez la evidencia más clara de las condiciones en las que se encontraba la carretera de Ourense a Celanova y de las características de los vehículos de esa época la encontremos en la noticia publicada por El Eco de Santiago el 8 de octubre de 1919 en la que se alude al accidente que sufre el automóvil correo de Orense a Entrimo a su paso por A Manchica: al transitar el vehículo por un bache, el viajero Antonio Álvarez (“Rabias”) sale despedido del cupé lesionándose la cara y sufriendo una grave hemorragia, perdiendo el conocimiento y teniendo que ser conducido en un colchón hasta Parderrubias, en donde se le hacen las primeras curas. El 9 de septiembre de 1920 el automóvil de línea de Ourense a Entrimo, que llevaba un exceso de pasaje, era embestido en la cuesta de O Cristal por un camión que bajaba hacia la capital. Gracias al tronco de un castaño, que hizo de barrera, no acabó en el fondo del precipicio, por lo que el accidente se saldó únicamente con algunos heridos. Un accidente similar tiene lugar en mayo de 1927 cuando el coche de línea de la empresa Suárez, que hacía el itinerario Entrimo-Ourense, bajando en O Cristal, sufre el reventón de una rueda acabando en un terraplén. A consecuencia del accidente resulta muerto uno de los pasajeros, un vecino de Vilanova dos Infantes, siendo conducidos los heridos en caballerías hasta Celanova; entre los más graves estaba el chófer, Eladio Feijoó, vecino de A Merca. Esta misma empresa tendría otro percance el 4 de noviembre de 1929, en el puente de As Escorregas, en donde una camioneta que bajaba sin frenos hacía Ourense se empotra contra uno de sus autos de línea, resultando herido únicamente el chófer de la camioneta.

En definitiva, el próximo año 2021 se cumplirán 120 años de la apertura a la circulación de la carretera de Ourense a Portugal, una infraestructura que contribuyó en gran medida al desarrollo económico de nuestra comarca, cambió la fisonomía del pueblo de Parderrubias y terminó dando nombre a una de sus zonas: A Carretera.


Referencias

De los Ríos Conde,  A. (2018). XVII Romaría Etnográfica Raigame. Fiesta de la cultura gallega. Recuperado de http://vialethes.es/xvii-romaria-etnografica-raigame-fiesta-la-cultura-gallega

Sierra Fernández, A. (2018). A Merca no Réxime Señorial (1750). Vigo: Ir Indo Edicións.

Nigueiroá, un canto a  la belleza y a la Naturaleza. Por José Luis Fernández Seara

Nigueiroá, un canto a la belleza y a la Naturaleza. Por José Luis Fernández Seara

Origen

Nigueiroá, parte de Parderrubias, pero con una idiosincrasia propia y singular, tal vez consecuencia de la distancia de este lugar con respecto al resto de núcleos poblacionales de la Parroquia. La iglesia y la escuela se ubican a mucha mayor distancia que en el resto de pueblos que conforman la Parroquia de Santa Olaia. El lugar  de  Nigueiroá (Nugueyroá en 1566) pertenece a la Parroquia de Parderrubias (Parietes Rubias en el año 957, situada “inter Minio y Arnogia”; https://aparroquiadeparderrubias.wordpress.com/2016/06/11/e33-acerca-de-la-primera-referencia-documental-a-parderrubias-en-el-ano-957-por-tino-outumuro-y-lito-outumuro/). El término Nigueiroá proviene del latín nuce,  nucaria, nugariola, nugueyrallia, nugueyroá, que significa nuez, nogal, tierra de nogales, derivando con el tiempo  a  Nigueiroá,  Nogueiroá,  Nogueira o Nogueiró. Nigueiroá significaría tierra de nogales, hecho que se evidencia en la existencia, todavía actualmente, de tierras de noceiras (nogales). En tiempos no muy lejanos existió  un nogal centenario que medía más de metro y medio de ancho y 12 metros  de alto, y que fue cortado y vendido en los años 40 del pasado siglo por 30.000 reales.

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Aunque parece que no hay  duda de que Nigueiroá significa tierra de nogales, también podría significar tierra negra u oscura. Mi madre, Filomena, que procedía de Loiro de Abaixo, se refería a unas tierras altas situadas al noroeste del pueblo, A Vacariza, en donde se levantaban de vez en cuando unas polvaredas negras insoportables, que junto al sudor propio del trabajo en esas tierras y la ventisca, tiznaban las caras y las ropas de negro. Pensamos que pudo haberse cambiado el nombre de nucaria o nugueyroa a Nigueiroá como consecuencia de posibles cambios fonológicos, por imposición de una forma de expresión o un mal uso, como ocurrió con los casos de  Zaragoza (de Ceasare Augusta), Ourense (de Aurea) o Salamanca (de Helmántica, Augusta Emérita).

A pesar de que no se conocen muchos nombres de personas que hayan vivido aquí con anterioridad a 1850, a excepción de Francisco de las Casas Gómez en el año 1702, se sabe que antes de esa fecha existían ya habitantes en Nigueiroá (por ejemplo, mis bisabuelos Felipe Fernández y Elena Seara ya residían en este lugar). Esos asentamientos se deberían a que en esta zona había, y hay todavía, fuentes muy ricas en aguas cristalinas, frescas y de gran calidad (Fontiña, Fontenova, Val das Fontes, A Fonteiriña, Os Calrriños, etc.). Esto era clave para la supervivencia de sus habitantes, ya que ésta estuvo fundamentada básicamente en la agricultura minifundista y de subsistencia, y en el cuidado de pequeños rebaños de ganado. Desde que yo recuerdo (años cincuenta del siglo XX) nuestra gente vivía de la ganadería a nivel familiar y de pequeñas tierras para la agricultura. Cada familia se autoabastecía  de lo que obtenía  de sus tierras, de sus cosechas y del ganado, sobre todo vacuno.

     

Fonte     y Lavadoiro de Nigueiroá

 

Ubicación y paisaje

Nigueiroá está ubicado en el alto de la loma de un remonte, limitando al sur con As Campinas y río Porto, al oeste con el río Cavadas do Lobo y A Vacariza, y al noreste con un valle tangencial con huertas y plantaciones frutales que baja hasta la Carretera Nacional 540, que comunica Ourense con Portugal, y que continúa hasta los ríos Xeixal (nombre referente al cuarzo) y río Porto.

En los años cincuenta del pasado siglo Nigueiroá estaba configurado por una docena de casas construidas de pizarras, barro, piedras pequeñas, o mezcla de todo ello, excepto las más recientes edificadas ya en bloques grandes de granito. Existían seis o siete pozos y tres minas de agua fresca y transparente, y un lavadero público. En el centro del pueblo resaltaban  ocho canastros (hórreos) de cuatro, seis, ocho y diez pies, construidos con bases de  granito y encima una caja de madera con rendijas, que se utilizaban para guardar las espigas del maíz, el grano de trigo y centeno, y como secadero de frutos (https://aparroquiadeparderrubias.wordpress.com/2015/09/20/canastros-de-parderrubias-por-juan-carlos-sierra/. Y en los cuales, los niños del pueblo aprovechábamos para  escondernos en nuestros juegos infantiles.

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                                                    Canastros no campo de Nigueiroá

Tierras de Nigueiroá

Nigueiroá, además de sus casas, canastros, fuentes, pozos y caminos, está conformado por tierras con nombres y topónimos característicos: Fontiña, Souto da Seara, Chaira, Airas, Fonteiriña, Valiño, Xeixal, Tambillón, Vacariza, Laxe, Amiera, Porteiruga, As Campinas, etc., con significado propio. La orografía de siglos pasados ha cambiado debido a la Concentración Parcelaria finalizada a principios de la década de los ochenta del pasado siglo. Veamos estos significados. A Fontiña: fuente del pueblo. O Pociño: pozo para beber el ganado. A Noceira: tierras con nogales. A Mazaira: tierras de manzanos. A Oucira: tierras de matorrales, toxos, carqueixas, fopas. O Souto da Seara: tierras de robles y castaños en la heredad de mieses verdes. O Tambillón: tierras en terraplén. A Chaira: tierras de diversos cultivos. Aira de Arriba y  Aira de Abaixo: lugar de mallar. Soutiño Novo: nuevos terrenos con plantaciones de castaños y robles. A Fonteiriña: lugar de varias fuentes o manantiales. O Valiño: valle pequeño. O Xeixal: terrenos junto al río Xeixal. Portairuga: valle junto al río Porto. A Curtiña: huertos cerrados. Piñeira: lugar de pinos. O Toxal: terrenos con toxos. A Vacariza: terrenos en los que se criaba ganado para curtir pieles. Calrriños: tierras regadas por caños con agua, regatos. Os Cupos: terrenos cedidos por el Estado a través de sorteo para su explotación. A Amieira: tierras con árboles llamados amieros. Pontón: tierras cercanas al pasadizo sobre el río Porto. As Presas: zona cercana a pequeñas presas de agua del río. Val das Fontes: tierras bañadas por fuentes de agua. O Portiño: tierras cerca del río Porto. O Pumar: tierra de manzanas. Laxe: tierras áridas, de secano. A Cubela: tierras en subida. As Campinas: campiñas.

Flora y fauna

Sorprende que un pueblo tan pequeño (menos de 6 o 7 km2) tenga tanta diversidad de  árboles, plantas, frutos, flores y fauna. Nogales, carballos (robles), castaños, pinos, mimosas, acacias, avellanos, cerezos, manzanos, perales, viñedos, membrilleros, higueras, eucaliptos, salgueiros, amieros, álamos, fentos (helechos), edras, zarzas, bimbios (mimbres), fopas, carqueixas, toxos, laureles, ortigas, musgo, plantaciones de maíz, de trigo, cebada, patatas, remolacha, berzas, nabos, prados de hierba verde y fresca, huertos de lechugas, cebollas, pimientos, judías, habas, repollos, perejil, frutos (nueces, claudias, fatós, melocotones, pavías, higos, manzanas, castañas, peras, cerezas, avellanas, uvas, membrillos, bellotas, moras), y flores (rosas, geranios, caraveles o claveles, margaritas, flores silvestres, flor de toxo, flor de xestas, etc.).

Respecto al mundo animal, tanto si nos referimos a los domésticos como a los salvajes, también existe una gran diversidad: vacas, ovejas, cerdos, gallinas, burros, caballos, cabras, perros, gatos, lobos, zorros, conejos, hurones, comadrejas, culebras, víboras, lagartos, lagartijas, salamandras de tierra y de agua, caballitos de río, ranas, renacuajos, peces, mirlos, gavilanes, perdices, cucos, pardaos (gorriones), anduriñas (golondrinas), escornabois (escarabajos peloteros), etc.

 La vida cotidiana

La vida en Nigueiroá en los años cincuenta y sesenta era la propia de pueblos pequeños sin bares, ni tiendas, ni plaza mayor, y sí de mucho y rudo trabajo, pero sin problemas ni conflictos de convivencia. Los mayores iban a sus tierras y huertas a labrar (sachar), arar, cosechar, regar, segar o llevar el ganado a pastar. Se vivía prácticamente de lo que se producía en el pueblo, del ganado y de la huerta: leche, huevos, gallinas, cerdos, patatas, vino, lechugas, berzas, trigo, maíz, centeno, frutas,… Cada ocho días, más o menos, se hacía una fornada de pan para una o dos familias. El pan que se consumía a diario era básicamente de centeno y maíz, mientras que el de trigo se reservaba para los domingos y festivos. Cuando venían al pueblo las pescaderas, lecheras o vendedores de ultramarinos se utilizaba, además del pago con dinero (reales y, más tarde, pesetas), el trueque cambiando huevos, trigo o centeno por aceite, azúcar, carne de ternera o pescado. Aquellos vecinos que habían matado dos cerdos, o más, también vendían los jamones curados, quedándose con uno o dos para consumo familiar. Otro producto que era muy demandado y apreciado por algunos compradores era un hongo de la espiga de trigo, del centeno y del maíz, de  color negro, en forma de cuernos, llamado cornecelo (o cornucelo), en castellano cornezuelo, relacionado con el uso de la LSD. y  con fines y aplicaciones farmacéuticas.

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Restos de una antigua casa

Las familias se recogían temprano, al anochecer, sobre todo en los inviernos fríos y lluviosos, junto a las lareiras (cocinas de leña) para charlar, cenar, tomar un vino o una  copa de aguardiente. Quizás a la persona que recuerdo con un sentimiento más entrañable sea el Señor Narciso, que acogía a los pocos niños que había en el pueblo junto a la lareira y nos contaba cuentos e historias, posiblemente inventadas por él mismo, pero que nos encantaban. A finales de los años sesenta los jóvenes de Nigueiorá éramos Aurelio, Alfredo, Suso, Antonio, Manolo, Pepiño, Aurora, Filomena, Vivita, Manolita, Modestiño, Consuelo, Esperanciña y yo.

Existen testimonios e indicios que hasta principios del siglo XX existió en Nigueiroá la Capilla de San Antón (que posiblemente datase de 1700). Situada cerca de las casas de José Fernández y Jesús, se derrumbaría como consecuencia de las lluvias y del paso del tiempo. No se pudo rehabilitar, y poco a poco fueron desapareciendo sus restos, repartiéndose entre los vecinos las imágenes de San Antón, Santa Bárbara y la Sagrada Familia. San Antón sigue siendo venerado en el primer fin de semana de septiembre, fecha en la que los vecinos realizan una xuntanza.

 

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San Antón de Nigueiroá.

 


Nota. El lector puede encontrar más información en el Blog Nigueiroá de Parderrubias. Véase https://nigueiroa.wordpress.com

Canastros de Parderrubias

Canastros de Parderrubias

Por Juan Carlos Sierra Freire y Gonzalo Outomuro Rodríguez

«Os canastros son, hoxe, unha reliquia da arquitectura popular» (Araújo Iglesias, 1997)

Una de las imágenes más típicas de la Galicia rural es la de sus canastros (hórreos o cabaceiros). El uso de un término u otro depende de la zona geográfica. En el Sur de Galicia, concretamente en Parderrubias, por su proximidad a Portugal, se emplea de forma generalizada la expresión “canastro” para aludir a estas construcciones rurales. La palabra “canastro” proviene del latín «canistrum«, que significa canasta o cesto de mimbre. La asociación de esta expresión con el hórreo proviene del arte de elaboración de sus paredes.

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Canastro en A Iglesia

Según el historiador Xaquín Lorenzo (O Xocas), su origen podría situarse en los antiguos castros. En las Cantigas de Santa María (1280), de Alfonso X el Sabio, aparece una ilustración de canastros similares a los que actualmente se dibujan por toda la geografía de Parderrubias. Su auge y desarrollo se alcanza en el siglo XVI con la llegada del maíz desde el Nuevo Mundo.

Cantigas de Santa María. Fotografía recuperada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/69/Cantiga_de_Santa_Maria_CLXXXVI_-_Horreos.jpeg
Cantigas de Santa María

El canastro es una construcción hecha para conservar y guardar, básicamente el maíz (millo), aunque también se puede emplear para almacenar otros productos, con el fin de aislarlos de la humedad y de los animales. Para ello, se levanta sobre pilares (entre cuatro y seis) y sus paredes dejan pasar la ventilación a través de ranuras. En otros tiempos, la riqueza de una familia se medía por el número de pilares que tenía su canastro. En zonas húmedas, como Galicia, no se podría conservar el maíz de otra manera. Su forma y materiales varían de una zona geográfica a otra. En Parderrubias todos tienen una estructura similar. Se trata de una construcción de reducido tamaño de forma rectangular, sobre pilares y con tejado a dos aguas. Los pilares son de granito, el piso de madera, las tablas que forman las paredes son de madera de castaño y las tejas de cerámica son curvas. En la pared frontal se sitúa la puerta. Su longitud puede variar, pero el ancho es similar en todos ellos: 1,30-1,50 metros.

En su obra de obligada consulta, «A Merca. Antropoloxía dun Concello Galego«, Araújo Iglesias (1997) realiza una excelente descripción del típico canastro de Parderrubias:

«Va sostenido sobre cuatro o más pies de piedra, según su longitud. Dos pies van siempre en las dos esquinas y si es más largo puede llevar en el medio otras dos o cuatro. Sobre estos pies, que suelen ser habitualmente redondeados, descansan unas piedras planas en las que, a su vez, reposan las vigas del piso y las de altura. El tejado o cubierta se arma como el de las casas, con una viga cumbre que se apoya mediante pontones en vigas que, a su vez, son sostenidas por los balaustres verticales que se sostienen en las primeras vigas. Estos balaustres verticales, que dejan un boquete entre sí para la ventilación, van reforzados con una cinta horizontal de madera.

El canastro va a dos aguas. Entre la viga cumbre y las vigas laterales van los pontones sobre los que se clavan las tablas o latas que tienen que sostener las tejas. El piso es de madera. Está formado por tablas clavadas sobre pontones. En uno de los lados pequeños va la puerta, hecha de la misma manera que el resto de paredes. Los pies cónicos que sostienen el canastro en el aire llevan, en muchos casos, un revestimiento de lata para defender el interior del canastro contra los ratones. El ancho del canastro está en torno a 1,30 y 1,50 m., y de altura andará por los dos metros. En el lado de la puerta debe llevar una pequeña escalera para poder subir cómodamente al interior«.

En la Parroquia de Parderrubias, a fecha de hoy, se pueden observar todavía 71 canastros, en mejor o peor estado de conservación, repartidos por todos los pueblos que forman la Parroquia: 23 en Barrio, 19 en A Iglesia, 14 en O Outeiro, 7 en Nigueiroá, 6 en A Carretera y 2 en As Campinas; además, se pueden contabilizar los restos de otros 12: 6 en A Iglesia, 2 en Barrio, 2 en O Outeiro y 2 en Nigueiroá. Teniendo en cuenta el tamaño poblacional de Parderrubias, se trata de un número muy considerable. Desde cualquier perspectiva de la Parroquia es imposible no avistar algún canastro.

En ocasiones, los canastros se construyen al lado de la casa familiar, en un lugar aireado y soleado, y así nos encontramos con canastros solitarios en As Campinas o en Barrio, por ejemplo. Pero también existen conjuntos formados por varios canastros situados en zonas ventiladas (las airas, tan típicas de Parderrubias), como ocurre en A Iglesia, Barrio o Nigueiroá. Su uso puede ser exclusivo de una sola familia o compartido por varias. Prácticamente todos los canastros construidos en Parderrubias tienen cuatro o seis pilares, excepto uno en Nigueiroá (lamentablemente desaparecido) que contaba con ocho pilares. Es difícil determinar la data de construcción de cada uno de ellos. Solamente en uno de ellos, ubicado en Barrio aparece la fecha de edificación: 1928.

Restos del único canastro de ocho pilares ubicado en Nigueiroá
Canastro de Barrio fechado en 1928
Canastro en Nigueiroá
Canastro en As Campinas
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Conjunto de canastros en A Iglesia
Aldea
Conjunto de canastros de A Iglesia

Lamentablemente, debido a que ya apenas se cosecha maíz en la Parroquia, muchos de estos canastros se encuentran muy deteriorados por el paso del tiempo, la falta de uso y de mantenimiento, cayendo ya algunos en el completo abandono por parte de sus propietarios. En cambio, otros han sido restaurados y siguen cumpliendo con su honorable función de resguardar las espigas doradas de la humedad y de los roedores. Ojalá puedan seguir haciéndolo durante mucho tiempo y que aquellos que ya dejaron de estar operativos puedan ser restaurados para disfrute y admiración de las generaciones venideras. Ya en 1997, Araújo Iglesias planteaba la necesidad de que el Concello y/o la Dirección General de Patrimonio Cultural hiciese todo lo posible para conservar estas reliquias. Dicho queda y, a quién corresponda, que tome debida nota. Patrimonio de la Xunta prohíbe el traslado de los canastros construidos en piedra y madera sin su consentimiento. Todos los anteriores a 1901 son Bien de Interés Cultural, por lo cual no se pueden trasladar.

Restos de canastros en A Iglesia

Canastros de A Igrexa


Canastros de Barrio


Canastros de O Outeiro


Canastros de Nigueiroá


Canastros de A Carretera


Canastros de As Campinas


Perspectivas de Parderrubias con canastros

Alcouzo
A Iglesia
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O Valdemouro
Outeiro
O Outeiro
Outeiro2
O Outeiro
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Barrio
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Barrio

Referencias

Araújo Iglesias, M. A. (1997). A Merca. Antropoloxía dun Concello Galego. Vigo: Ir Indo.

Topónimos en Parderrubias. Por Tino Outumuro

Topónimos en Parderrubias. Por Tino Outumuro

Presentación

La Parroquia de Parderrubias es riquísima en topónimos. Lamentablemente, por el despoblamiento y por el abandono del cultivo de muchas de sus tierras, un buen número de  estos nombres dejaron de usarse de forma habitual en los quehaceres diarios de la Parroquia, corriendo el riesgo de que se pierdan y no lleguen a ser conocidos por las futuras generaciones.

Tino Outumuro, vecino y amigo, y con el que mantengo fructíferos debates en el Grupo Mozos de Parderrubias, llevó a cabo un magnífico trabajo de recogida y organización de nombres de zonas urbanas, zonas de cultivo y zonas de monte pertenecientes a la Parroquia de Parderrubias que presenta a continuación.

El listado se elabora a partir de datos del catastro y de la memoria colectiva de la Parroquia.

Quiero mostrar de modo explícito el agradecimiento a Tino por este documento que ayudará a conservar el Legado de Parderrubias.

Juan Carlos Sierra Freire

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Toxeira en Parderrubias

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Monte de Parderrubias


Relación de nombres de lugares de la Parroquia de Parderrubias. Por Tino Outumuro

Sectores urbanos:

  1. As Campinas
  2. Nigueiroá
  3. A Carballeira
  4. A Igrexa: Alcouzo, Manadela, Perica, Aira da Escola, Valdemouro
  5. Outeiro: A Fonte, A Cova, O Campo, As Airas, A Canella, Os Ponchos, O Val
  6. Barrio: Aira de Atrás, As Airas

Zonas de cultivo:

  1. Zona de As Campinas: Viñadogena, Portairuga, Calriños, Val das Fontes, Chaira, Cortiña, Piñeira, Amiera, Presas, Portiño, Pontón
  2. Zona de Nigueiroá: Noceira, mazaira, Cabezal, Soutiño Novo, Souto de seara, Toxal, Fonteiriña, Valiño, Laxe
  3. Zona de A Bulla: Gandrá, Seixo, Perotaina, Carril, Muiño, Presa
  4. Zona de A Veiga: Muiño Vello, Veiga da Aldea, Carballo, Canceleira, Lameiriño, Lavandeira, Cruz, Regada, Barxe, Porta Barrio, Nogueiriña, Souto Lagar, Rio Traveso, Cuartela, A Granxa, Ladeira de Bouzas
  5. Zona de la Igrexa: Costa de Abaixo, Costa de Arriba, Besada, Perdueira, Veiga, Corredoira, Viña, Caramadoiro, Campiña, A Eira
  6. Zona de Outeiro: Souto, Pardeleiro, Petres, Requeixada, Quinteiro, As Penedas, Cruceiro, Trabazo, Piñeiral
  7. Zona de Barrio: Tras de Chousa, Puntillón, Barreiro, Lavadeiro, A Lama, Fontelas, Valdecuñas
  8. Otras zonas: Val de Pedredo, Alto de Pedredo, O Coyo, Pedredo, Carrasqueira, Currás, Fonte de Currás, Canilliñas, Cañota, A Martas, Reparade

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Tierras de cultivo en Portairuga

Zonas de monte (toxeiras):

  1. A Lama: Revocia
  2. Os Pedrouzos
  3. Xestal
  4. Touza: Lameiriño, Regada, Vedado, Amiedal, Lamadraques, Lavandeira
  5. Labradas
  6. Xeixal
  7. Xeixo

Monte
Monte en O Xeixal

Zonas de monte comunal:

  1. Val do Pito
  2. A Chousiña
  3. O Cano
  4. Val de Canal
  5. Outeiro de Moxón
  6. Outeiro Grande
  7. Augalevada
  8. A Verea
  9. Cabada de Lobo
  10. A Vacariza
  11. Monte das Meas
  12. Val dos Meas
  13. O Queimado
  14. Val do Morto
  15. Val da Chata
  16. Monte de Abaixo
  17. Val dos Dous Jallos
  18. Os Cupos
  19. Val do Foxo
  20. O Regueiriño
  21. Couso
  22. Val Cobo
  23. Tambillón

Otros nombres de interés:

  1. A Fonte da Saude
  2. A Fonte de Abella
  3. A Fonte do Cano
  4. A Fonte da Cerva
  5. A Poza Grande
  6. Os Eucaliptos
  7. O Campo de Fútbol
  8. A Aira dos Palleiros
  9. A Escuela
  10. O Ollo do Pirata
  11. A Poza dos Incendios
  12. Ponte do Couso
  13. Muiño do Evaristo

Ríos:

  1. Regueira da Cavado do Lobo
  2. Regato do Seixal
  3. Barbañica.

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Monte de Parderrubias

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Monte de Parderrubias