El origen de las partidas de bautismo se sitúa en el año 1564, fecha en la que el rey Felipe II decreta la ejecución de los acuerdos del Concilio de Trento (1545-1563), en los que se exige a las parroquias el registro de los bautizos, los casamientos y las defunciones de sus feligreses. La parroquia de Parderrubias tiene registros de bautizados desde ese mismo año 1564, convirtiéndose de esta manera en una las que cuenta con más documentación histórica de toda la diócesis ourensana. El primer bautizo legible que aparece registrado en el libro de bautizados corresponde al de la niña Constança, bautizada el primer domingo de septiembre de 1564 por el párroco don Francisco Casullo. Véase Se cumplen 450 años del nacimiento de 14 vecinos y de cuatro casamientos en Santa Olaia de Parderrubias.
En los registros parroquiales de bautizados se encuentra la fecha de bautismo y de nacimiento, el nombre del bautizado, su sexo, el nombre de sus padres, el de sus abuelos paternos y maternos, el de los padrinos, a los que se les advierte del parentesco espiritual que contraen con el bautizado en enseñarle la doctrina cristiana, así como el nombre y la firma del párroco. El contenido de esta información, y su redacción, fue evolucionando con el paso de los siglos. Este artículo pretende documentar esta evolución desde el año 1700 hasta 1930, mediante ejemplos de partidas de feligreses de distintas generaciones registradas en los libros parroquiales de Parderrubias. La parroquia cuenta con ocho libros en los que se pueden encontrar todos los bautizos realizados desde el año 1564.
Dada la falta de homogeneidad a la hora de inscribir al bautizado, en 1765 se ordena redactar en todos los libros de bautizados de la diócesis un documento estándar que sirviera de modelo para dicha inscripción, en la que se concretan algunas situaciones no habituales. Por ejemplo, si el bautizado no fuese fruto de “legítimo matrimonio” se inscribiría como hijo/a de padres desconocidos -en los libros parroquiales de Parderrubias es común encontrar en su lugar la expresión de “madre soltera”-. Si el recién nacido estuviese en peligro de muerte inminente -realidad bastante habitual durante muchos años-, podía ser bautizado de necesidad por alguno de los padres, familiar o vecino, hecho que quedaría reflejado en la partida. En caso de sobrevivir, y existiendo duda acerca del bautizo doméstico, se llevará a cabo la ceremonia habitual en la iglesia, que quedará reflejada en la partida como bautizo sub-conditione.
Antigua pila bautismal de la iglesia de Parderrubias
1700-1749
Manuela Iglesias Grande, esposa de Antonio Sierra Casas, nace el viernes 29 de marzo de 1715 en O Outeiro, siendo bautizada nueve días más tarde por don Francisco Álvarez, cura que regentó la parroquia entre 1709 y 1726. En esta partida de Manuela se puede observar ya claramente la referencia a “hijo legal” (i.e., fruto de matrimonio legítimo) y a las condiciones contraídas por los padrinos del recién nacido.
“En seis de abril de mil siete cientos quince, yo Francisco Álvarez, Abad de esta dicha feligresía de Santa Eulalia de Parderrubias, bauticé solemnemente una niña, hija legítima de Nicolás de la Iglesia y de Cristina Grande, su mujer, a nueve días de su nacimiento. Púsele nombre Manuela. Fueron sus padrinos Pedro de Outumuro y Manuela Grande, todos vecinos de esta feligresía. Advertiles del parentesco y lo demás que dispone el Ritual Romano. Y para que conste, lo firmo de mi nombre, dicho día. Francisco Álvarez”.
Manuel Seara Garrido nace el miércoles 24 de mayo de 1741, en Barrio, siendo bautizado el 1 de junio por don Francisco Antonio Delgado, con licencia del párroco de Parderrubias don Juan Pérez, quien estuvo al frente de la parroquia desde 1730 a 1743. En esta partida de Manuel encontramos un bautizo llevado a cabo por un cura que, al no ser el párroco titular, lo realiza bajo la licencia del regidor de la parroquia, en este caso don Juan Pérez. Este “invitado” solía ser un clérigo cercano a la familia. Como en este caso, es habitual que ambos curas firmen la partida.
“En primero de junio del año de mil siete y cientos y cuarenta y uno, Yo Don Francisco Antonio Delgado, Presbítero y vecino del lugar de Proente, con licencia de don Juan Pérez, Abad y Cura propio de la parroquia de Sta. Eulalia de Parderrubias, bauticé solemnemente y puse los Stos. Óleos a Manuel, que nació en veinte y cuatro de mayo, hijo de Baltasar Seara y de Ana María Garrido, su mujer. Fueron sus Padrinos Gabriel Seara y su mujer Ana María Outumuro, vecinos de Montelongo, parroquia de San Miguel de Soutopenedo, a quienes advine el parentesco espiritual. Y con dicho Abad, lo firmo. Francisco Antonio Delgado. Juan Pérez”.
1750-1799
Bartolomé Sierra Iglesias nace en el pueblo de O Outeiro, el viernes 20 de marzo de 1750, siendo bautizado ese mismo día por don José Montes Villar, clérigo que estuvo al frente de la parroquia desde 1743 a 1753.
“En veinte de marzo de dicho año 1750, Yo, Don Joseph de Montes y Ulloa, Teniente Cura de la Parroquia de Santa Eulalia de Parderrubias bauticé solemnemente y puse los Santos Oleos a Bartholomé, hijo de Antonio Sierra y Manuela Yglesias. Fueron sus padrinos Bartholomé Yglesias y María Yglesias del lugar de Barrio. Y les advertí lo dispuesto por el Ritual Romano. Y lo firmo. Joseph de Montes y Ulloa”.
José Casas Martínez nace también en el pueblo de O Outeiro el sábado 14 de enero de 1769 y es bautizado de necesidad el mismo día por José Barros, ceremonia ratificada por don Manuel Rodríguez al día siguiente, párroco de Parderrubias entre 1754 y 1772. Esta partida de José es un ejemplo de bautizo de necesidad llevado a cabo por un vecino de la familia, dado el elevado riesgo de muerte que tenía el recién nacido. José sobrevive, por lo que al día siguiente el párroco ratifica el bautizo hecho por José Barros. No se realiza bajo el formato de sub-conditione, pues el cura da plena credibilidad al bautizo de necesidad que había tenido lugar el día anterior.
“En el día catorce del mes de enero del año de mil setecientos y sesenta y nueve, José Barros, vecino de este lugar de la Iglesia de la feligresía de Sta. Eulalia de Parderrubias, bautizó por necesidad a un niño que nació en dicho día, hijo legítimo de Santiago Casas y de Isabel Martínez, vecinos del lugar del Outeiro, que es de esta feligresía. Y al día quince del mismo mes, yo el infra escrito cura propio de dicha feligresía, suplí las sagradas ceremonias que prescribe el Ritual Romano y no le bauticé sub conditione por no tener duda del valor de su bautismo. Púsele por nombre José, y advertí al bautizarse el parentesco espiritual que contraía con el bautizado y sus padres. Y para que conste, lo firmo. Manuel Rodríguez”.
Fernando Seara Fernández nace el sábado 7 de febrero de 1795 en Barrio, y es bautizado el día 11 de ese mismo mes por el cura don Pedro Fernández, que estuvo al frente de la parroquia de 1791 a 1795. La partida de bautismo de Fernando Seara ejemplifica otro caso de bautizado causa necesitatis en la propia casa por su padrino Fernando Outumuro, dado al evidente peligro de muerte inminente. Una vez que sobrevive, Fernando es bautizado sub-conditione. Este tipo de bautismo se lleva a cabo cuando no hay certeza absoluta de que se haya recibido anteriormente. Ante la duda se bautiza sub-conditione. En este caso, el párroco don Pedro no tendría la certeza de que el bautizo de necesidad realizado por Fernando Outumuro cumpliese con todos los requerimientos necesarios. Otro dato que destaca en esta partida es la inclusión de los nombres de los abuelos paternos y maternos, cumpliendo de este modo la norma establecida en 1765. Hasta esa fecha, las partidas de bautismo de Parderrubias no solía incluir dicha información.
“En once de febrero de mil setecientos noventa y cinco, yo el infra escrito cura vacante de esta parroquia de Santa Eulalia de Parderrubias bauticé sub conditione y en lo demás solemnemente un niño de Blas Seara y de su mujer Jacinta Fernández, del lugar de Barrio, al que puse nombre Fernando, nació el día siete de dicho mes y año. Fue su padrino Fernando Outumuro vecino del Outeiro, el que le había echado el agua de socorro, y le advertí el parentesco que había contraído y demás obligaciones. Abuelos paternos, Manuel Seara y su mujer Benita Casas, vecinos de este lugar de la Iglesia; maternos, Damián Fernández y su mujer Manuela Iglesia, vecinos del otro de Barrio, y todos de esta feligresía. Y para que conste, lo firmo. Don Pedro Fernández”.
1800-1849
El lunes 16 de diciembre de 1805 nace en el pueblo de O Outeiro Matías Sierra Seara, el tercer hijo de Bartolomé y Manuela. Ese mismo día, Matías es bautizado por el cura don Miguel Cayetano Grande, que regentó la parroquia de Parderrubias desde 1795 a 1828.
“En dieciséis de diciembre de mil ochocientos y cinco Yo el infra escrito Abad y Cura Párroco de esta feligresía de Santa Eulalia de Parderrubias bauticé solemnemente y puse los Santos Oleos a un niño que se dijo había nacido en el mismo día diez y seis, hijo lexítimo de Bartolomé Sierra y Manuela Seara del lugar del Outeiro de esta de Parderrubias. Púsosele de nombre Mathias. Fue su padrino Josef Casas del referido lugar de Outeiro, a quien advertí el parentesco y obligaciones. Son abuelos paternos de este niño Antonio Sierra y Manuela Iglesia del repetido del Outeiro, y maternos Manuel Seara y Francisca Montes del lugar de Barrio, todos y el Padrino de esta expresada de Parderrubias. Y que conste lo firmo. Miguel Cayetano Grande”.
Tomás Seara Garrido nace en Barrio el miércoles 13 de diciembre de 1848, siendo bautizado al día siguiente por don Antonio Barros, párroco de Parderrubias durante los años 1848 y 1849.
“En el día catorce de diciembre año de mil ochocientos cuarenta y ocho, yo Antonio Barros, Ecónomo de Sta. Eulalia de Parderrubias, bauticé solemnemente un niño que dijeron haber nacido el día trece dicho mes y año; púsele por nombre Tomás; es hijo legítimo de Fernando Seara y de Isabel Garrido. Abuelos paternos Blas Seara y Jacinta Fernández; maternos Juan Garrido y Bernarda Outumuro, todos naturales de esta parroquia. Fue su padrino Tomás Garrido a quien advertí lo que manda el Ritual Romano y que lo firmo ut supra. Antonio Barros”.
1850-1899
En la madrugada del martes 23 de enero del año 1866 nace en el pueblo de A Iglesia Serafín Sierra Mosquera, cuarto hijo de Matías Sierra Seara y de Rosa Mosquera Garrido. El cura don Manuel Belvis -que regentó la parroquia entre 1859 y 1894- certificaba el bautismo de Serafín. Don Manuel, siendo fiel a su meticulosidad, orden y afán por dejar a las generaciones venideras la mayor información posible, incorpora a esta partida de Serafín datos que hasta esa fecha estaban ausentes: hora del nacimiento, vinculación familiar del padrino y su profesión, así como el nombre de los testigos.
“En el día veinte y cuatro de enero año de mil ochocientos sesenta y seis, yo el infrascrito Cura Párroco de esta bauticé solemnemente un niño que se me dijo haber nacido el día anterior como a las dos de la mañana, hijo legítimo de Matías Sierra, labrador, y Rosa Mosquera, del lugar da Iglesia. Abuelos paternos Bartolomé y Manuela Seara; maternos Felipe y Francisca Garrido del lugar de O Outeiro. Púsele por nombre Serafín. Fue su padrino su tío materno Manuel Mosquera, sastre del mismo lugar. Testigos, Teresa de Castro, mujer de Juan Manuel Pérez de la Iglesia e Ignocencio Seara, sacristán. Al padrino advertí las obligaciones. Y para que conste lo firmo. Manuel Belvis”.
Manuel Seara Casas, hijo de Tomás Seara Garrido y María del Socorro Casas Grande, nace el viernes 24 de julio de 1874 en O Outeiro. Don Manuel Belvis certificaba el bautismo de Manuel.
“En el día veinte y seis de julio de mil ochocientos setenta y cuatro, yo el infra escrito Cura Párroco bauticé solemnemente un niño que se me dijo había nacido al amanecer del día veinte y cuatro, hijo legítimo de Tomás Seara y María del Socorro Casas do Outeiro. Abuelos paternos Fernando e Isabel Garrido de Barrio; maternos Pablo y María Benita Grande do Outeiro. Púsele por nombre Manuel. Fue su padrino su tío materno Manuel Grande da Iglesia al que advertí las obligaciones. Y para que conste lo firmo. Manuel Belvis”.
1900-1929
Paulino Sierra Iglesias, nacido el domingo 18 da agosto de 1901, fue bautizado dos días después, tal como recoge la partida de bautismo firmada por don Santiago Iglesias, coadjutor del párroco don Benito Garrido, quien regentó la parroquia de Parderrubias desde 1900 a 1919.
“En la Iglesia Parroquial de Santa Eulalia de Parderrubias Provincia y Obispado de Orense a veinte de agosto de mil novecientos uno, D. Santiago Iglesias, Coadjutor del Párroco D. Benito Garrido bautizó solemnemente y puso por nombre Paulino a un niño que había nacido en el día dieciocho, hijo legítimo de Serafín Sierra y Luisa Iglesias vecinos de esta Parroquia en el lugar de la Iglesia, nieto por parte paterna de Matías Sierra y Rosa Mosquera vecinos de este lugar y Parroquia, y por la materna de Benito Iglesias y María Seara también vecinos de esta Parroquia; siendo su madrina Generosa Iglesias a quién se le advirtió lo que previene el Ritual romano y testigos Juan Seara y otros vecinos de esta Parroquia de Parderrubias. Y que así conste firmo ut supra. Firmado Santiago Iglesias y Benito Garrido”.
Carmen Seara Justo nació el sábado 18 de julio de 1914, a las dos de la madrugada, en O Outeiro. El mismo día en el que nació fue bautizada por don Benito Garrido, actuando como madrina Carmen Garrido, de Barrio, y como testigo el cura vecino don Adolfo Outumuro Outumuro.
“En la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Parderrubias, provincia y diócesis de Orense, a diez y ocho días de Julio de mil novecientos catorce, yo D. Benito Garrido, Cura párroco de la misma bauticé solemnemente y puse por nombre María Carmen a una niña que dijeron había nacido el mismo día a las dos de la mañana en el lugar de Outeiro. Es hija legítima de Manuel Seara y de su esposa Isabel Justo naturales y vecinos de esta parroquia, nieta por línea paterna de Tomás y María Casas, difuntos, naturales del referido Outeiro y por la materna de José y Rafaela Casas, también difuntos y naturales del lugar de Barrio; siendo su madrina Carmen Garrido, vecina de dicho Barrio, a quien advertí lo que previene el Ritual Romano, y testigo D. Adolfo Outumuro de esta misma vecindad. Y para que así conste, extiendo esta partida y firmo ut supra. Firmado Benito Garrido”.
Esta última partida, correspondiente a Carmen, ejemplifica el modelo tipo de partida de bautismo, incluyendo la fecha de nacimiento y de bautizo, el nombre de la bautizada, alusión a hija legítima, nombres y lugar de nacimiento de los padres, nombres y lugar de nacimiento de los abuelos paternos y maternos, nombre y lugar de nacimiento de la madrina, advertencia sobre los compromisos adquiridos por los padrinos, nombre del testigo, y nombre y firma del cura.
Nota. La fuente de información de este artículo es el Arquivo Histórico Diocesano de Ourense, a cuya dirección y personal agradecemos la atención y dedicación prestada.
Todos los que nos sentimos atrapados por la curiosidad de conocer la Historia de nuestra Parroquia, Parderrubias, y nos sumergimos en la documentación al respecto, nos topamos con una fecha mágica: año 957. La primera referencia documental a Parderrubias, que al menos se conozca, data de ese año. Es decir, hace bastante más de un milenio que la tierra que nos vio nacer estaba ya habitada por un pequeño número de familias dedicadas a la agricultura.
En este artículo, Tino Outumuro y Lito Outumuro hacen un análisis detallado del documento histórico en el que por primera vez podemos leer Parietes Rubias (Parderrubias). Este análisis va mucho más allá de una simple traducción del texto, planteándose como una descripción argumentada y formulación de hipótesis sobre cómo sería el entorno y la vida de nuestros antepasados en ese siglo X.
Gracias Tino, gracias Lito, por permitirnos bucear en el origen de nuestra Historia.
Juan Carlos Sierra Freire
Nota. Este artículo aparece publicado en su versión original en gallego y justo a continuación el lector encontrará una versión en castellano.
Acerca da primeira referencia documental a Parderrubias no ano 957. Por Tino Outumuro e Lito Outumuro
Christus. In Dei Nomine. Nos filii et nepti Leovegildi et Ermesenda,id est Nigolago a mea persona, Getina a mea persona, Menegundia a mea persona, et de mea sobrina nomine Godina Adaulfiz a persona de meosneptos duos filius Baltari sive Cresconio et Nantildo filius Baltari, a nostras personas Ariaster et germana mea Godina a nostras personas. VobisFafilani abba vel fratribus tuis qui sunt habitantes in locum Sancti Vicenti, non est enim dubio sed multis manet notissimum eo quod germana nostra sive et tia recesit absque filios, et hereditavit nos. Obinde annuit nobis propia nostra voluntate nullius quoque gentis imperio neque suadentis articulo, sed propria nobis accesit voluntas ut vobis iam dictis Fafilani et fratribus tuis venderemus vobis sicut et vendimus hereditatem quam ipsa germana vel tia nostra nomine Ovestrilli fundavit vel comparavit cum viro suo nomine Gildo, in domos sub medietatem ab integro, in pumares suam medietatem ab integro, in terris sic medietatem ab integro cum suis aquis et suis prestationibus, in vinea de sua medietate media quarta, de ipsa vinea ab integro montes, fontes, aquas cursiles et incursiles, arbores fructuosas vel infructuosas, vel omne prestantie ville ipsius quantum cum suo viro congregavit omnem suam medietatem ab integro extra terras de Reparati. Et est ipsa villa inter Minio et Arnogia vocitata Parietes Rubias, pro quo accepimus de vobis precium in quo et quanto nobis bene complacuit per germanos capitales qumque quinque modios vos dedistis et nos accepimus, et de ipso pretio aput vos nichil remansit in debito. Ita ut de odie die vel tempore omnia quod de super resontant de iure nostro abrasa et in vestro iure vel dominio sint tradita faciendi exinde quod elegeritis libera in Dei nomine habeatis potestatem. Si quis tamen quod aliquis ex nobis aut quislibet rogata persona contra hanc scripturam venditionis quam fieri voluimus et relegendo cognovimus, tunc abeatis potestatem de partes nostras vobis apprehendere omnia que super resonant duplata, et vobis perpetim abitura.
Notum die III ydus Ianuarii. Era D CCCC LXLV.
Nigolago manu mea (signum). Getina manu mea (signum). Menegudnia manu mea (signum). Adaulfo a persona de meos neptos duos. Nantildo (signum). Cresconio (signum). Ariaster (signum). Gotina (signum).
Et qui presentes fuerunt: Argemiro cfr. Gondesendo cfr. Pelagio cfr. Sisivertus cfr. Astrulfi filius de Anderias ad persona de Nantildu filius Baltari accepit ipso pretio et roboravit ipsam cartam (signum).
E esta é a tradución que os autores deste traballo realizamos.
Cristo. No nome de Deus. Nós os fillos e netos de Leovegildo e Ermesenda, isto é: Nigolago no meu nome, Getina no meu nome, Menegundia no meu nome e no da miña sobriña de nome Godina, no nome de Adaulfo os meus dous netos, os fillos de Baltar, Creconio e Nantildo, nos nosos nomes Ariaster e miña irmá Godina nos nosos nomes. A vós abade Fafilani ou ben aos teus irmáns que son habitantes no lugar de San Vicente. Non é en efecto dubidoso senón que para moitos fica moi coñecido que a nosa irmá ou ben tía faleceu sen fillos, e recibimos a herdanza nós. Por esta razón permítenos a nosa propia vontade non por forza[2] nin por engano de ninguén, senón que a nosa propia vontade conséntenos que a vós o xa dito Fafilani e aos teus irmáns vendamos como vendemos a herdanza que esta irmá ou ben tía nosa de nome Ovestrilli fundou ou comprou co seu home de nome Gildo; a metade do total das casas, a metade do total de pomares[3]así tamén a metade do total das terras coas súa augas e os seus rendementos, da metade da viña media cuarta, desta mesma viña o total de montes, fontes, augas correntes e paradas, árbores froiteiras ou non froiteiras ou ben de todo o mellor da vila[4] aquilo canto co seu home xuntou toda a súa metade do total excepto as terras de Reparade[5] (ou Reparato). E é esta mesma vila entre o Miño e o Arnoia chamada Parderrubias, pola que recibimos de vós o prezo en que a nós ben nos compraceu por cada un dos irmáns principais[6]cinco modios[7], [8] que vós destes e nós recibimos e deste prezo da vosa parte nada quedou en débeda. De xeito que de hoxe para sempre, todo o que arriba foi mencionado do noso dereito sexa retirado e no voso dereito ou dominio sexa transferido facendo despois o que escollerdes libremente no nome de Deus tendes potestade. Non obstante se algún de nós ou calquera persoa a petición nosa (viñese) contra esta escritura de venda que quixemos que fose feita e que relendo recoñecemos, entón que teñades potestade de das nosas partes para vós tomar todo o que arriba foi mencionado dobrado, e para vós en perpetua posesión.
Anotado no día 3 idus de xaneiro. Ano 995[9]
Nigolano coa miña man (signo). Getina coa miña man (signo). Menegundia coa miña man (signo). Adaulfo na persoa dos meus dous netos. Nantildo (signo). Cresconio (signo). Ariaster (signo). Godina (signo).
E quen estiveron presentes Argemiro cfr. Godesendo cfr. Pelagio cfr.[10]
Sisivertus cfr.Astrulfo fillo de Anderias á persoa de Nantildu, fillo de Baltar recibiu este prezo e corroborou esta carta (signo).
[1] Tombo: libro de pergameo de gran tamaño que teñen as igrexas, conventos, mosteiros, coas copias dos seus privilexios e das escrituras das súas propiedades.
[2] Quoque gentis imperio: forma deturpada de “cogentis imperio”, algo así como orde coaccionante. O escriba xa non coñecía moi ben esta fórmula que se repite noutros documentos da época.
[3] Pomar: terreo ou horta plantada de árbores froiteiras, especialmente de maceiras.
[4] Vila: non sería unha vila como as de hoxe, sería mais ben unha pequena explotación familiar.
[5] Reparati: probablemente o microtopónimo Reparade que aínda se conserva en Parderrubias e que tamén é unha localidade do concello de Muiños. En xenitivo como outros acabados en -e (Podentes, Proente) indica o nome do posuidor (Reparatus–i); foron pois as terras de Reparato. Reparato é un nome de home que tamén encontramos noutros documentos do Tombo de Celanova. Se na época fose aínda antropónimo posiblemente diría “terras Reparati” sen a preposición “de” como cando fala neste mesmo texto “nepti Leovegildi”, “filius Baltari” aínda que tamén se di “filius de Anderias”.
[6] Per germanos capitales: por irmáns principais. Como indica López Sabatel (2013, pp. 85-86), “sobresaliendo ciertos hermanos principales del resto, germanos capitales, que se encargarían de recibir el montante de la referida transacción”. Tamén se podería interpretar que a cambio de cada un dos capitais que lle corresponden a cada irmán da falecida lles dan os cinco modios.
[7] Qumque quinque modios: a primeira interpretación da repetición do número “quinque” leva a pensar nun descoido do escribán pero no texto de Sáez e Sáez (2000) aluden a un valor distributivo desta reiteración. En efecto, xa aclara Ribeiro (1798, p. 105) que “se ve bém, que o intento, com que se fazia a repetição consecutiva do número, era para fazer a distributiva por diversas pessoas, cousas, ou tempo.” E dá o exemplo de “decem boves de tredeccim tredeccim modios” ou sexa dez bois de trece modios de valor cada un. Entón a tradución sería cinco modios por cada un dos irmáns principais.
[8] Modio: (do latín modĭus) é unha medida de capacidade tradicional utilizada desde a época romana para medir sólidos como trigo ou cebada e líquidos como o viño. Equivalía a 8,73 litros. Na época a circulación de moeda era moi escasa no Reino Astur-Leonés. Entre os séculos VIII e XI, usouse como unidade básica dos intercambios e como moeda de conta. Un modio equivalía na época a unha ovella ou a un soldo de prata. Así en documentos do Mosteiro de Celanova (anos 961, 962, 964 e 1005) menciónanse ovelias modiales (ovellas que valen como un modio). Desta palabra procede moio, medida para o viño que aínda se conserva na actualidade.
[9] Segundo Andrade Cernadas (1994) o documento está datado o 11 de xaneiro do ano 957 pero no documento consta “… die III ydus Ianuarii. Era D CCCC LXLV” (día 3 dos idus de xaneiro da era 995). A aparente contradición nas datas explícase porque a escritura está datada segundo a Era Hispánica. Ás datas que aparecen en documentos no reino de León, anteriores ao século XIV, coas expresións era (no noso caso) ou sub era, deben subtraerse 38 anos (tomaban como data de inicio a da pacificación de Hispania polos Romanos, ano 38 a. C.) para obter as correspondentes datas da Era cristiá, que nos documentos denótase coa expresión Anno Domini e as siglas AD, e no uso bibliográfico actual coas abreviaturas a. C. e d. C. (antes e despois de Cristo). Por outra banda, para establecer o día do mes utilizaban o calendario romano que constaba de tres datas fixas en cada mes: as calendas (Kalendae) o día 1, as nonas (Nonae) o día 5 e os Idus (Idus) o día 13, (a excepción dos meses de marzo, maio, xullo e outubro, onde as nonas pasaban a ser o día 7 e os idus o día 15). Para referirse a un día en concreto había que indicar os días que faltaban para que fosen as calendas, nonas ou idus dese mes. Para poder traducir a data do documento “die III ydus Ianuarii”, á data actual, hai que utilizar a seguinte formula: 13 (día correspondente os idus de xaneiro) + 1 (o propio día dos idus) – 3 (os días que faltan para os idus e que se indican na data en números romanos) = 11 de xaneiro. A data correcta traducida ao noso calendario sería a indicada por Andrade Cernadas (1994): 11 de xaneiro de 957.
[10] Cfr.: quere dicir confirma e acompaña aos nomes dos que poden ser a parte que compra estes bens e que subscriben o documento.
[11] Ts.: testis, as testemuñas que asinan o documento.
Mapa político da Península Ibérica no século X
Contexto histórico
Como sinala Pérez López (2015), os séculos IX e X foron realmente convulsos en Galicia, con guerras, saqueos de vikingos e árabes e a fin do mundo á volta do milenio. A inseguridade e a presión dos poderes da época levaron a que a poboación se puxese baixo a protección dos señores feudais. Os campesiños libres, que polos seus medios fundaran pequenos núcleos de explotación coñecidos como vilas, vense obrigados a vender, doar ou ceder parte das súas posesións a favor dun mosteiro ou señor, deixando de ser homes libres para se converteren en servos. Produciuse entón un proceso de feudalización que tivo como protagonistas principais aos mosteiros. Estes proliferaron de tal maneira que entre eses séculos cóntanse só en Galicia máis de 500 e en Ourense uns 107 (Freire Camaniel, 1998).
O gran dinamizador do feudalismo nesa época nas Terras de Celanova foi San Rosendo (907-977), fundador do Mosteiro de San Salvador de Celanova figura,o cal controlaba á súa vez pequenos cenobios estendidos pola súa demarcación. A nosa “vila”, Parderrubias, non foi allea a eses cambios que se estaban a producir na sociedade, quedando como proba desa transformación o documento antes presentado.
Capela de San Salvador de Celanova construida sobre o ano 942
A continuación, abordaranse aspectos do documento que consideramos relevantes como son a familia protagonista, o sistema de propiedade e de herdanza, e a posible localización do Mosteiro receptor da compra. Exporemos algunhas hipóteses respecto do Mosteiro, sempre abertas a observacións e reformulacións de terceiros, co claro obxectivo de progresar no coñecemento da historia da nosa Parroquia.
A familia protagonista do documento
Andrade Cernades (1994) sinala que os herdeiros de Leovegildo e de Ermesenda venden a herdade que fundase a súa irmá e tía Ovestrilli, en Parderrubias, ao Abade Fafilán e aos seus monxes de San Vicente. Sáez e Sáez (2000) realizan a seguinte síntese:
“Nigolago, Getina, Arias y Gogina, en su propio nombre, y Adaulfo y Menegundia, en su nombre y en representación de sus sobrinos, todos ellos hijos y nietos de Leovigildo y Ermesenda, venden al abad Fáfila y a los monjes del monasterio de San Vicente (de Loredo) la mitad de la vila de Parderrubias (con excepción de las tierras de Reparato), situada entre el Miño y el Arnoya, que habían heredado de su hermana, o tía, Ovestrilli, y reciben en pago cinco modios cada uno de los hermanos principales” (p. 100).
Pola nosa banda interpretamos que Leovegildo e Ermesenda formarían un matrimonio con sete fillos: Nigolago, Getina, Menegundia, Ariater, Godina, a nai de Godina Adaulfiz (Godina filla de Adaulfo) e Overtilli (persoa falecida e causante da herdanza). Pensamos que no momento da herdanza, a muller de Adaulfo, nai de GodinaAdaulfiz e irmá dos outros intervenientes cuxo nome non se menciona no documento, xa falecera, polo que os seus dereitos pasarían á súa filla Godina, muller de Baltar e nai de Cresconio e Nantildo. Sáez e Sáez (2000) interpretan que Godina e Adaulfiz son dúas persoas pois entre os dous nomes intercala un punto e coma, mentres que no texto transcrito por Andrade Cernadas (1994), e no que está baseada a nosa interpretación, non figura esta separación, polo que entendemos que Adaulfiz sería o apelido patronímico de Godina. A Figura 1 representa a probable árbore xenealóxica da familia.
Figura 1. Árbore xenealóxica da familia
Sistema de propiedade e de herdanza
No documento faise constar que Ovestrilli era a muller de Gildo, e que o matrimonio tiña unha serie de propiedades na vila de Parderrubias. Á morte de Ovestrilli, por non ter descendencia directa que herdase, a totalidade das súas propiedades pasaron aos seus irmáns e sobriños. Estes farían prevalecer os seus dereitos de herdanza sobre os do seu marido Gildo, algo que naquela época era probablemente algo habitual. Existen documentos nos que consta como aínda estando en vida uno dos cónxuxes, os familiares do falecido podían reclamar para eles as propiedades do defunto (o que se denominaba “gens sua”), a condición de que non houbese herdeiros directos, como é o caso. A familia consanguínea de cada un dos cónxuxes que falecía sen fillos quedaría co seu parte correspondente (Isla Fernández, 1992).
Sáez e Sáez (2000) fan referencia a Reparato, que supostamente era propietario dunhas terras en Parderrubias e que quedarían á marxe da venda. Reparato sería entón un antropónimo, non sería un topónimo. Sexa como for, este personaxe deixou o sua marca gravada no nome Reparade, que son as terras situadas actualmente entre As Fontelas e A Marta, converténdose así no microtopónimo máis antigo do noso pobo do que teñamos constancia.
É interesante tamén o sistema de propiedade da época. As propiedades eran de toda a familia, no sentido extenso da palabra, e non se podían vender sen a anuencia de todos os seus membros. Cremos que sería algo parecido ao que ocorre hoxe cos montes en man común en Galicia: o monte é de todos, non se pode dividir e para tomar decisións sobre el hai que contar con todos os comuneiros. Se algún comuneiro falta a unha reunión pode delegar o seu voto nun familiar. Así, López Sabatel (2013, p. 86) sinala, refiriéndose a este documento:
(…) se hace necesario el concurso de cada familia mediante delegación en algunos miembros de la misma a la hora de poder hacer donación del conjunto de bienes (…).
(…) han de estar representados por si mismos o a través de delegación en el momento de enajenar una propiedad de marcado carácter «familiar». Se puede apreciar, en consecuencia, el carácter indiviso de la propiedad, que se ha de transmitir bajo esa modalidad de padres a hijos y de hijos a nietos. Por tanto, para enajenar la mitad de la villa entra en escena de un modo u otro toda la parentela (…).
O lugar de San Vicente protagonista do documento
Freire Camaniel (1998) sinala como posibles a dous mosteiros á hora de identificar o lugar sacro ao que se alude no documento: Mosteiro de San Vicente de Louredo, e Mosteiro de San Vicente e San Estevo de Sorga. Pola súa banda Sáez e Saéz (200) falan expresamente, sen deixar lugar a dúbidas, do Mosteiro de San Vicente de Louredo. Pola nosa parte, a estes dous mosteiros imos engadir un terceiro relacionado coa compra: o Mosteiro de San Paio de Rabal. Con todo, debemos aclarar a este respecto que no propio documento non figura en ningún lugar a palabra “mosteiro”, só menciona uns frades que viven nun lugar chamado San Vicente, non deixando claro se o propio Abade tamén reside nese mesmo lugar, pois o verbo utilizado “sunt” refírese claramente aos frades e non ao Abade: “…Vobis Fafilani abba vel fratribus tuis qui sunt habitantes in locum SanctiVicenti…”.
O Mosteiro de San Vicente de Louredo encontrábase á beira do río Miño, na aba dun antigo castelo denominado Louredo (“secus flumen Minei, sub castello quod vocitant Laurentum”; Freire Camaniel, 1998). A súa localización situaríase entre as actuais parroquias de Mugares e Alongos, no Concello de Toén, xusto debaixo do Monte Louredo. O 23 de xaneiro do ano 952, no folio 192 do Tombo de Celanova recóllese unha doazón feita polo confeso Fafila ao convento de San Vicente que estaba baixo a dirección de San Rosendo e do abade Frankila, o que equivale a dicir que estaba baixo o amparo do Convento de Celanova. Freire Camaniel afirma que San Rosendo tiña o costume de recollerse neste cenobio antes de que concluísen as obras do Convento de Celanova. O Convento de San Vicente sería fundado polo propio Fafila e o seu fillo Egas, que rexentaban ao mesmo tempo o castelo situado no Monte Louredo. Os seus dominios chegaban desde Puga a Sabucedo de Montes e Vilar de Paio Muñiz (A Merca). Na actualidade, nunha das ladeiras do Monte Louredo, á beira do regato San Vicente, pódense apreciar unhas ruínas denominadas polos veciños da zona como Adegas de San Vicenzo e que ben podería ser o lugar onde hai máis de 1.000 anos estaría situado o Mosteiro de San Vicente.
Adegas de San Vicenzo
O Mosteiro de San Vicente e San Estevo de Sorga estaba situado preto da aldea de Sabucedo, pertencente á parroquia de San Pedro de Orille, concello de Verea. No Tombo de Celanova, figura un diploma do ano 922 no que se recolle a cesión da igrexa de San Vicente Levita para a construción deste mosteiro.
“Adreto coa súa filla Hodrozia, e Placencio coa súa muller Adosinda, cederon ao abade Vidremiro e aos presbíteros Egica e Berulfo e a toda a súa comunidade o 26 de setembro do 922, a igrexa de San Vicente Levita para que edificasen alí un monasterio; dita igrexa estaba entre os ríos Arnoia e Limia, cerca da vila de Sabucedo xunto ao regato Sorga…” (Andrade Cernadas, 1994, pp. 785-786).
Existen discrepancias entre os historiadores acerca de se se trata dun só mosteiro dedicado a dous santos ou de dous mosteiros diferentes. A este respecto, no Tombo de Celanova, figuran varios testemuños relacionados con este lugar sacro que parecen indicar que se trata dun só mosteiro. Anos máis tarde da sinatura deste documento citado, Adosinda, viúva xa de Placencio, menciona o Convento de San Vicente ao delimitar a vila de San Pedro, onde se achaba outro cenobio dedicado esta vez a San Pedro de Sorga: “medietatem de mosteiro San Vincenti et Sancti Stephani” (Freire Camaniel, 1998).
Con respecto ao Mosteiro de San Paio de Rabal, os historiadores Portela e Pallares (1998) sitúan a súa fundación uns anos antes de 959 por un Abade de nome Fafilani. O documento que recolle a existencia deste cenobio é do 21 de maio do ano 959 e nel consta unha doazón realizada pola Abadesa Guntroda dunha viña situada en Rabal á beira do devandito mosteiro.
“Audiens eapropter ego fámula Dei Gunterodis abbatisse prolis uttierri comiti, mente recolens et corde intelligens propter remedium anime mee seu redemtione ante Deum, placuit mihi bone pads volum tas utfacerem tibi Fafilani abbati et fratribus tuis textum scripture donationis de ratione in vinea quos concessit Didaco filio Ermegildi in predicto Pavanai iuxta domum Sancti Pelagii ubi modo monasterio fundastis…” (Fonte: Tombo de Celanova. Andrade Cernadas, 1994).
En definitiva, na mesma época na que se redactou o documento que nos ocupa existía un mosteiro próximo á nosa vila de Parietes Rubias que tiña como Abade a un frade chamado Fafilani, o mesmo nome que casualmente aparece no documento de venda. Tamén se ten constancia de que na mesma época, no lugar de Fontecuberta (Rabal), vivía unha persoa de certa importancia chamada Fafila. Un documento datado ao 5 de maio de 956 refírese a el como “domno”, é dicir, “señor”, polo que se trataría dun personaxe relevante:
“… omnem mem hereditatem quod babeo in villare de Fornellos tam de ista parte fontano quam de ilk quod ibidem babeo de meo comparato de devesa de domno Fafila usque in termino de Fonte Coberta…” (Fonte: Tombo de Celanova. Andrade Cernadas, 1994).
Tendo en conta esta información, podemos aseverar que en torno ao ano 957 situamos en Rabal a un Abade de nome Fafilani, que funda un Mosteiro dedicado a San Paio, e en Foncuberta (Rabal) a un personaxe relevante de nome Fafila tamén. Esta coincidencia pode levarnos a pensar que se trate da mesma persoa, aínda que os escasos datos dos que dispoñemos non nos permiten aseveralo con completa certeza. Do cenobio de Sancti Pelagii xa non queda resto algún, pero si se conserva o nome do lugar onde estivo asentado, o que hoxe en día coñecemos como San Paio de Rabal. No lugar no que un día se situaría o mosteiro, actualmente atopamos unha capela dedicada a San Antón.
Capela de San Antón en San Paio de Rabal
Conclusións
A partir deste documento obxecto de análise, primeira referencia documental coñecida a Parderrubias, aínda tratándose dun escrito moi simple, pódense extraer algunhas conclusións interesantes.
Hai agora 1059 anos (ano 957) Parderrubias era xa unha vila plenamente constituída, na que había casas e se labrába a terra, contaba con plantacións de maceiras e viñedos, sendo coñecida polo nome de Parietes Rubias (Paredes Rubias), presumiblemente pola cor dos muros das casas. Estes feitos lévannos a pensar que esa poboación debería ter como mínimo en 957 uns 100 anos de existencia, senón máis, o que outorgaría a Parderrubias unha antigüidade de 1100-1200 anos, aproximadamente.
No documento, salvo Reparati, non se mencionan lindeiros, que si eran habituais noutros diplomas, o que fai supoñer que o noso pobo nesa época sería un pequeno poboado conformado por uns poucos núcleos familiares.
Así mesmo, o escriba refírese ás terras como “compradas ou fundadas pola súa irmá e tía Ovestrilli”, sen quedar claro se a familia ou a tía eran orixinarias de Parderrubias e se eran veciños do devandito lugar. O que si consta claramente é que os familiares herdan as terras e casas pertencentes a esta muller, descoñecendo que foi da parte que quedou en posesión do seu marido Gildo e dos seus familiares.
O prezo de venda, cinco modios, aínda que fose por irmán, pódese cualificar de baixo, o que denotaría o pouco valor das casas e das terras, aínda que tamén hai que ter en conta que, polo xeral, o campesiño seguía traballando as terras como usufructuario, a cambio dunha renda que tiña que pagar ao Mosteiro.
A día de hoxe non existe constancia dun lugar denominado “San Vicente”, nin dunha advocación a este Santo, na zona de Rabal. Iso non quere dicir que non existise, pois o Tombo de Celanova só alude a lugares nos que tivo lugar algunha venda, cesión ou doazón. Como exemplo cítase o caso dun lugar chamado Fornello, sito na zona de Rabal, do que constan referencias en varios documentos do Tombo, e que actualmente os historiadores cren desaparecido. Sexa como fora, os datos do documento non alcanzan para coñecermos con exactitude a que Mosteiro foi vendida a herdanza, aínda que pensamos que o máis probable é que fora ao Mosteiro de San Vicente de Louredo ou, quen sabe, se ao de San Paio de Rabal.
Referencias
Andrade Cernadas, J. M. (1994). O Tombo de Celanova: estudio introductorio, edicións e índices (ss. IX-XII). Fontes documentais para a Historia de Galicia. Santiago de Compostela: Consello da Cultura Galega.
Freire Camaniel, J. (1998). El Monacato Gallego en la Alta Edad Media (Tomo II). Pontevedra: Fundación Pedro Barrié de la Maza.
Isla Fernández, A. (1992). La sociedad gallega en la Alta Edad Media (siglos IX-XII). Madrid: CSIC.
Pastor de Togneri, R. (1980). Resistencias y luchas campesinas en la época del crecimiento y consolidación de la formación feudal. Castilla y León, siglos X-XIII. Madrid: Siglo XXI.
Pérez López, D. (2015). Historia de Galicia. Pontevedra: Editorial Cumio.
Portela, E. y Pallares, M. C. (1998). La villa por dentro. Testimonios galaicos del siglo X y XI. Studia Historica. Historia Medieval, 16, 13-43.
Ribeiro, J. P. (1798). Observações historicas e criticas para servirem de memorias ao systema da diplomatica portugueza oferecidas ao serenissimo Principe do Brazil. Lisboa: Academia Real das Sciencias de Lisboa.
Sáez, S. y Sáez, E. (2000). Colección Diplomática del Monasterio de Celanova (943-988) (Tomo 2). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.
VERSIÓN EN CASTELLANO
Nota. Este artículo aparece publicado más arriba en su versión original en gallego.
Acerca de la primera referencia documental a Parderrubias en el año 957. Por Tino Outumuro y Lito Outumuro
Siguiendo en la línea iniciada por José Luis Camba y Juan Carlos Sierra en anteriores artículos publicados en este Blog [links], nos vamos a centrar en esta ocasión en el primer documento, al menos conocido, en el que aparece mencionado el lugar de Parderrubias. Dicho documento, fechado el 11 de enero del año 957, se encuentra en el Tumbo de Celanova[1], siendo transcrito y publicado, entre otros, por José Miguel Andrade Cernadas en su libro, en latín, O Tombo de Celanova: Estudio introductorio, edición e índices (ss. IX-XII). Fontes Documentais para a Historia de Galicia. En este documento, los herederos de Leovegildo y Ermesenda venden la heredad, que había fundado su hermana y tía Ovestrilli en Parderrubias, al abad Fafilán y a sus monjes de San Vicente. Esta es la transcripción literal de dicho documento llevada a cabo por Andrade Cernadas (1994).
TC fol. 26r.
Christus. In Dei Nomine. Nos filii et nepti Leovegildi et Ermesenda,id est Nigolago a mea persona, Getina a mea persona, Menegundia a mea persona, et de mea sobrina nomine Godina Adaulfiz a persona de meosneptos duos filius Baltari sive Cresconio et Nantildo filius Baltari, a nostras personas Ariaster et germana mea Godina a nostras personas. VobisFafilani abba vel fratribus tuis qui sunt habitantes in locum Sancti Vicenti, non est enim dubio sed multis manet notissimum eo quod germana nostra sive et tia recesit absque filios, et hereditavit nos. Obinde annuit nobis propia nostra voluntate nullius quoque gentis imperio neque suadentis articulo, sed propria nobis accesit voluntas ut vobis iam dictis Fafilani et fratribus tuis venderemus vobis sicut et vendimus hereditatem quam ipsa germana vel tia nostra nomine Ovestrilli fundavit vel comparavit cum viro suo nomine Gildo, in domos sub medietatem ab integro, in pumares suam medietatem ab integro, in terris sic medietatem ab integro cum suis aquis et suis prestationibus, in vinea de sua medietate media quarta, de ipsa vinea ab integro montes, fontes, aquas cursiles et incursiles, arbores fructuosas vel infructuosas, vel omne prestantie ville ipsius quantum cum suo viro congregavit omnem suam medietatem ab integro extra terras de Reparati. Et est ipsa villa inter Minio et Arnogia vocitata Parietes Rubias, pro quo accepimus de vobis precium in quo et quanto nobis bene complacuit per germanos capitales quque quinque modios vos dedistis et nos accepimus, et de ipso pretio aput vos nichil remansit in debito. Ita ut de odie die vel tempore omnia quod de super resontant de iure nostro abrasa et in vestro iure vel dominio sint tradita faciendi exinde quod elegeritis libera in Dei nomine habeatis potestatem. Si quis tamen quod aliquis ex nobis aut quislibet rogata persona contra hanc scripturam venditionis quam fieri voluimus et relegendo cognovimus, tunc abeatis potestatem de partes nostras vobis apprehendere omnia que super resonant duplata, et vobis perpetim abitura.
Notum die III ydus Ianuarii. Era D CCCC LXLV.
Nigolago manu mea (signum). Getina manu mea (signum). Menegudnia manu mea (signum). Adaulfo a persona de meos neptos duos. Nantildo (signum). Cresconio (signum). Ariaster (signum). Gotina (signum).
Et qui presentes fuerunt: Argemiro cfr. Gondesendo cfr. Pelagio cfr. Sisivertus cfr. Astrulfi filius de Anderias ad persona de Nantildu filius Baltari accepit ipso pretio et roboravit ipsam cartam (signum).
Y esta es la traducción que los autores de este trabajo hemos realizado.
Cristo. En el nombre de Dios. Nosotros los hijos y nietos de Leovegildo y Ermesenda, esto es: Nigolago en mi nombre, Getina en mi nombre, Menegundia en mi nombre y en el de mi sobrina de nombre Godina, en el nombre de Adaulfo mis dos nietos, los hijos de Baltar, Creconio y Nantildo, en nuestros nombres Ariaster y mi hermana Godina en nuestros nombres. A vosotros abad Fafilani o bien a tus hermanos que son habitantes en el lugar de San Vicente. No es en efecto dudoso sino que para muchos queda muy conocido que nuestra hermana o bien tía falleció sin hijos, y recibimos la herencia nosotros. Por esta razón nos permite nuestra propia voluntad no por fuerza[2] ni por engaño de nadie, sino que nuestra propia voluntad nos consiente que a vosotros el ya dicho Fafilani y a tus hermanos vendamos como vendemos la herencia que esta hermana o bien tía nuestra de nombre Ovestrilli fundó o compró con su marido de nombre Gildo; la mitad del total de las casas, la mitad del total de pomares[3] así también la mitad del total de las tierras con su aguas y sus rendimientos, de la mitad de la viña media cuarta, de esta misma viña el total de montes, fuentes, aguas corrientes y paradas, árboles frutales o no frutales o bien de todo lo mejor de la villa[4] aquello cuanto con su marido juntó toda su mitad del total excepto las tierras de Reparade (o Reparato)[5]. Y es esta misma villa entre el Miño y el Arnoia llamada Parderrubias, por la que recibimos de vosotros el precio en que a nosotros bien nos complació por cada uno de los hermanos principales[6] cinco modios[7], [8] que vosotros disteis y nosotros recibimos y de este precio de vuestra parte nada quedó en deuda. De manera que de hoy para siempre, todo lo que arriba mencionado de nuestro derecho sea retirado y en vuestro derecho o dominio sea transferido haciendo después lo que elijáis libremente en el nombre de Dios tenéis potestad. No obstante si alguno de nosotros o cualquier persona a petición nuestra (viniera) contra esta escritura de venta que quisimos hacer y que releyendo reconocemos, entonces que tengáis potestad de tomar de nuestras partes para vosotros todo lo que arriba fue mencionado doblado, y para vosotros en perpetua posesión.
Anotado en el día 3 idus de enero. Año 995[9].
Nigolano con mi mano (signo). Getina con mi mano (signo). Menegundia con mi mano (signo). Adaulfo en la persona de mis dos nietos. Nantildo (signo). Cresconio (signo). Ariaster (signo). Godina (signo).
Y quien estuvieron presentes Argemiro cfr. Godesendo cfr. Pelagio cfr.[10]
Sisivertus cfr. Astrulfo hijo de Anderias a la persona de Nantildu, hijo de Baltar recibió este precio y corroboró esta carta (signo).
[1] Tumbo: libro de pergamino de gran tamaño que poseen las iglesias, conventos, monasterios, con las copias de sus privilegios y las escrituras de sus propiedades.
[2] Quoque gentis imperio: forma deturpada de cogentis imperio, algo así como orden coaccionante. Da la impresión de que el escriba no conocía muy bien esta fórmula que se repite en otros documentos de la época.
[3] Pomar: terreno o huerta plantada de árboles frutales, especialmente, manzanos.
[4] Vila: no se trataría de una villa como las de hoy, sino más bien de una pequeña explotación familiar.
[5] Reparati: probablemente el microtopónimo Reparade que aún se conserva en Parderrubias y que también es una localidad del ayuntamiento de Muiños. En genitivo como otros acabados en -e (Podentes, Proente) indica el nombre del poseedor (Reparatus–i). Serían pues las tierras de Reparato. Reparato es un nombre de varón que también encontramos en otros documentos del Tumbo de Celanova. Si en la época fuese aún antropónimo posiblemente diría “terras Reparati” sin la preposición “de” como cuando dice en este mismo texto “nepti Leovegildi”, “filius Baltari”, aunque también se dice “filius de Anderias”.
[6] Per germanos capitales: “por hermanos principales”. Como indica López Sabatel (2013, pp. 85-86), “sobresaliendo ciertos hermanos principales del resto, germanos capitales, que se encargarían de recibir el montante de la referida transacción”. También se podría interpretar que a cambio de cada uno de los capitales que le corresponden a cada hermano de la fallecida, estos reciben los cinco modios.
[7] Qumque quinque modios: la primera interpretación de la repetición del número “quinque” lleva a pensar en un descuido del escribano, pero en el texto de Sáez y Sáez (2000) aluden a un valor distributivo de esta reiteración. En efecto, ya aclara Ribeiro (1798, p. 105) que “se ve bém, que o intento, com que se fazia a repetição consecutiva do número, era para fazer a distributiva por diversas pessoas, cousas, ou tempo”. Y da el ejemplo de “decem boves de tredeccim tredeccim modios” o sea diez bueyes de trece modios de valor cada uno. Entonces la traducción sería cinco modios por cada uno de los hermanos principales.
[8] Modio: (del latín modĭus) se trata de una medida de capacidad tradicional utilizada desde la época romana para medir sólidos como el trigo o la cebada y líquidos como el vino. Equivalía a 8,73 litros. En esa época, en el Reino Astur-Leonés, la circulación de moneda era muy escasa. Entre los siglos VIII y XI, se usó el modio como unidad básica de los intercambios y como moneda de cuenta. Un modio equivalía en la época a una oveja o a un sueldo de plata. Así, en documentos del Monasterio de Celanova (años 961, 962, 964 y 1005) se mencionan ovelias modiales (ovejas que valen como un modio). De esta palabra procede el término “moio”, medida para el vino que aún se conserva en la actualidad.
[9] Según Andrade Cernadas (1994), el documento está fechado el 11 de enero de 957, pero en el documento consta “… die III ydus Ianuarii. Era D CCCC LXLV” (día 3 de los idus de enero de la era 995). La aparente contradicción en las fechas no es tal, y se explica porque la escritura está fechada según la Era Hispánica. A las fechas que aparecen en documentos en el Reino de León, previos al siglo XIV, con las expresiones “era” o “sub era”, se le deben sustraer 38 años (tomaban como fecha de inicio la de la pacificación de Hispania por los Romanos, año 38 a. C.) para obtener las correspondientes fechas de la Era Cristiana, que en los documentos se denota con la expresión Anno Domini y las siglas AD, y en el uso bibliográfico actual con las abreviaturas a. C. y d. C. (antes y después de Cristo). Por otra parte, para establecer el día del mes utilizaban el calendario romano que constaba de tres fechas fijas en cada mes: las calendas (Kalendae) el día 1, las nonas (Nonae) el día 5 y los idus (Idus) el día 13 (a excepción de los meses de marzo, mayo, julio y octubre, en los que las nonas pasaban a ser el día 7 y los idus el día 15). Para referirse a un día en concreto había que indicar los días que faltaban para que fuesen las calendas, nonas o idus de ese mes. Para poder transformar la fecha del documento “die III ydus Ianuarii” a la fecha actual hay que utilizar la siguiente fórmula: 13 (día correspondiente a los idus de enero) + 1 (el propio día de los idus) – 3 (los días que faltan para los idus y que se indican en la fecha en números romanos) = 11 de enero. La fecha correcta traducida a nuestro calendario sería la indicada por Andrade Cernadas (1994): 11 de enero de 957.
[10] Cfr.: quiere decir confirma y acompaña a los nombres de los que pueden ser la parte que compra estos bienes y que subscriben el documento.
[11] Ts.: testis, los testigos que firman el documento.
Mapa político de la Península Ibérica en el siglo X
Contexto histórico
Tal como señala Pérez López (2015), los siglos IX y X fueron muy convulsos en Galicia, con guerras, saqueos de vikingos y árabes, y el fin del mundo a la vuelta del milenio. Así pues la inseguridad y la presión de los poderes de la época llevaron a la población a ponerse bajo la protección de los señores feudales. Los campesinos libres, que por sus medios habían fundado pequeños núcleos de explotación conocidos como villas, se ven obligados a vender, donar o ceder parte de sus posesiones a favor de un Monasterio o Señor, dejando de ser hombres libres para convertirse en siervos. Se produjo entonces un proceso de feudalización que tuvo como protagonistas principales a los Monasterios. Estos proliferaron de tal manera que en esos siglos se cuentan sólo en Galicia más de 500 y, concretamente, en Ourense 107 (Freire Camaniel, 1998). El gran dinamizador del feudalismo en esa época en las Tierras de Celanova fue San Rosendo (907-977) fundador del Monasterio de San Salvador de Celanova, el cual controlaba a su vez pequeños cenobios extendidos por su demarcación. Nuestra “vila”, Parderrubias, no fue ajena a esos cambios que se estaban produciendo en la sociedad, quedando como prueba de esa transformación el documento aquí presentado.
Capilla de San Miguel de Celanova construida en torno año 942
A continuación, se abordarán aspectos del documento que consideramos relevantes como son la familia protagonista, el sistema de propiedad y de herencia, y la posible ubicación del Monasterio receptor de la compra. Plantearemos algunas hipótesis al respecto del Monasterio, siempre abiertas a observaciones y reformulaciones de terceros, con el claro objetivo de progresar en el conocimiento de la historia de nuestra Parroquia.
La familia protagonista del documento
Andrade Cernades (1994) señala que los herederos de Leovegildo y de Ermesenda venden la heredad que fundara su hermana y tía Ovestrilli, en Parderrubias, al Abad Fafilán y a sus monjes de San Vicente. Sáez y Sáez (2000) realizan la siguiente síntesis:
“Nigolago, Getina, Arias y Gogina, en su propio nombre, y Adaulfo y Menegundia, en su nombre y en representación de sus sobrinos, todos ellos hijos y nietos de Leovigildo y Ermesenda, venden al abad Fáfila y a los monjes del monasterio de San Vicente (de Loredo) la mitad de la vila de Parderrubias (con excepción de las tierras de Reparato), situada entre el Miño y el Arnoya, que habían heredado de su hermana, o tía, Ovestrilli, y reciben en pago cinco modios cada uno de los hermanos principales” (p. 100).
Nosotros interpretamos que Leovegildo y Ermesenda formarían un matrimonio con siete hijos: Nigolago, Getina, Menegundia, Ariater, Godina, la madre de Godina Adaulfiz (Godina hija de Adaulfo) y Overtilli (persona fallecida y causante de la herencia). Pensamos que en el momento de la herencia, la mujer de Adaulfo, madre de Godina Adaulfiz y hermana de los otros intervinientes cuyo nombre no se menciona en el documento, ya habría fallecido, por lo que sus derechos pasarían a su hija Godina, mujer de Baltar y madre de Cresconio y Nantildo. Sáez y Sáez (2000) interpretan que Godina y Adaulfiz son dos personas, pues entre los dos nombres intercala un punto y coma, mientras que en el texto transcrito por Andrade Cernadas (1994), y en el que está basada nuestra interpretación, no figura esta separación, por lo que entendemos que Adaulfiz sería el apellido patronímico de Godina. La Figura 1 representa el probable árbol genealógico de la familia.
Figura 1. Árbol genealógico de la familia
Sistema de propiedad y de herencia
En el documento se hace constar que Ovestrilli era la mujer de Gildo, y que el matrimonio tenía una serie de propiedades en la villa de Parderrubias. A la muerte de Ovestrilli, por no tener descendencia directa que heredase, la totalidad de sus propiedades pasaron a sus hermanos y sobrinos. Estos harían prevalecer sus derechos de herencia sobre los de su marido Gildo, algo que en aquella época era probablemente algo habitual. Existen documentos en los que consta como aun estando en vida uno de los cónyuges, los familiares del fallecido podían reclamar para ellos las propiedades del difunto (lo que se denominaba “gens sua”), siempre y cuando no hubiera herederos directos, como es el caso. La familia consanguínea de cada uno de los cónyuges que fallecía sin hijos se quedaría con su parte correspondiente (Isla Fernández, 1992).
Sáez y Sáez (2000) hacen referencia a Reparato, que supuestamente era propietario de unas tierras en Parderrubias y que quedarían al margen de la venta. Reparato sería entonces un antropónimo, no un topónimo. Sea como fuere, este personaje dejó su impronta grabada en el nombre Reparade, que son las tierras ubicadas actualmente entre As Fontelas y A Marta, convirtiéndose así en el microtopónimo más antiguo de nuestro pueblo del que tengamos constancia.
Es interesante también el sistema de propiedad de la época. Las propiedades eran de toda la familia, en el sentido extenso de la palabra, y no se podían vender sin la anuencia de todos sus miembros. Creemos que sería algo parecido a lo que ocurre hoy con los montes en común en Galicia: el monte es de todos, no se puede dividir y para tomar decisiones sobre él hay que contar con todos los comuneros. Si algún comunero falta a una reunión puede delegar su voto en un familiar. Así, López Sabatel (2013, p. 86) señala, refiriéndose a este documento:
(…) se hace necesario el concurso de cada familia mediante delegación en algunos miembros de la misma a la hora de poder hacer donación del conjunto de bienes (…).
(…) han de estar representados por si mismos o a través de delegación en el momento de enajenar una propiedad de marcado carácter «familiar». Se puede apreciar, en consecuencia, el carácter indiviso de la propiedad, que se ha de transmitir bajo esa modalidad de padres a hijos y de hijos a nietos. Por tanto, para enajenar la mitad de la villa entra en escena de un modo u otro toda la parentela (…).
El lugar de San Vicente protagonista del documento
Freire Camaniel (1998) señala como posibles a dos monasterios a la hora de identificar el lugar sacro al que se alude en el documento: Monasterio de San Vicente de Louredo, y Monasterio de San Vicente y San Estevo de Sorga. Por su parte, Sáez y Saéz (200) hablan expresamente, sin dejar lugar a dudas, del Monasterio de San Vicente de Louredo. Por nuestra parte, a estos dos monasterios añadíriamos un tercero relacionado a la compra: el Monasterio de San Paio (Pelayo) de Rabal. Sin embargo, debemos aclarar a este respecto que en el propio documento no figura en ningún lugar la palabra “monasterio”, sólo hace mención a unos frailes que viven en un lugar llamado San Vicente, no dejando claro si el propio Abad también reside en ese mismo lugar, pues el verbo utilizado “sunt” se refiere claramente a los frailes y no al Abad: “…Vobis Fafilani abba vel fratribus tuis qui sunt habitantes in locum SanctiVicenti…”.
El Monasterio de San Vicente de Louredo se encontraba a orillas del río Miño, en las faldas de un antiguo castillo denominado Louredo (“secus flumen Minei, sub castello quod vocitant Laurentum”; Freire Camaniel, 1998). Su localización se ubicaría entre las actuales parroquias de Mugares y Alongos, en el Ayuntamiento de Toén, justo debajo del Monte Louredo. El 23 de enero del año 952, en el folio 192 del Tumbo de Celanova se recoge una donación hecha por el confeso Fafila al convento de San Vicente que estaba bajo la dirección de San Rosendo y del abad Frankila, lo que equivale a decir que estaba bajo el amparo del Convento de Celanova. Freire Camaniel afirma que San Rosendo tenía la costumbre de recogerse en este cenobio antes de que concluyeran las obras del Convento de Celanova. El Convento de San Vicente habría sido fundado por el propio Fafila y su hijo Egas, que regentaban al mismo tiempo el castillo situado en el Monte Louredo. Sus dominios llegaban desde Puga a Sabucedo de Montes y Vilar de Paio Muñiz (A Merca). En la actualidad, en una de las laderas del Monte Louredo, al lado del arroyo San Vicente, se pueden apreciar unas ruinas denominadas por los vecinos de la zona como Adegas de San Vicenzo y que bien podría ser el lugar en donde hace más de 1.000 años estaría situado el Monasterio de San Vicente.
Adegas de San Vicenzo
El Monasterio de San Vicente y San Estevo de Sorga estaba situado cerca de la aldea de Sabucedo, perteneciente a la parroquia de San Pedro de Orille, ayuntamiento de Verea. En el Tumbo de Celanova, figura un diploma del año 922 en el que se recoge la cesión de la iglesia de San Vicente Levita para la construcción de este monasterio.
“Adreto coa súa filla Hodrozia, e Placencio coa súa muller Adosinda, cederon ao abade Vidremiro e aos presbíteros Egica e Berulfo e a toda a súa comunidade o 26 de setembro do 922, a igrexa de San Vicente Levita para que edificasen alí un monasterio; dita igrexa estaba entre os ríos Arnoia e Limia, cerca da vila de Sabucedo xunto ao regato Sorga…” (Andrade Cernadas, 1994, pp. 785-786).
Existen discrepancias entre los historiadores acerca de si se trata de un sólo monasterio dedicado a dos santos o de dos monasterios diferentes. A este respeto, en el Tumbo de Celanova, figuran varios testimonios relacionados con este lugar sacro que parecen indicar que se trata de un sólo monasterio. Años más tarde de la firma de este documento citado, Adosinda, viuda ya de Placencio, menciona el Convento de San Vicente al delimitar la villa de San Pedro, donde se encontraba otro cenobio dedicado esta vez a San Pedro de Sorga: “… medietatem de monasterio San Vincenti et Sancti Stephani…” (Freire Camaniel, 1998).
Con respecto al Monasterio de San Paio (Pelayo) de Rabal, los historiadores Portela y Pallares (1998) sitúan su fundación unos años antes de 959 por un Abad de nombre Fafilani. El documento que recoge la existencia de este cenobio es de 21 de mayo del año 959 y en él consta una donación realizada por la Abadesa Guntroda de una viña situada en Rabal, al lado de dicho monasterio.
“Audiens eapropter ego fámula Dei Gunterodis abbatisse prolis uttierri comiti, mente recolens et corde intelligens propter remedium anime mee seu redemtione ante Deum, placuit mihi bone pads volum tas utfacerem tibi Fafilani abbati et fratribus tuis textum scripture donationis de ratione in vinea quos concessit Didaco filio Ermegildi in predicto Pavanai iuxta domum Sancti Pelagii ubi modo monasterio fundastis…” (Fuente: Tombo de Celanova. Andrade Cernadas, 1994).
En definitiva, en la misma época en la que se redactó el documento que nos ocupa existía un monasterio cercano a nuestra villa de Parietes Rubias que tenía como Abad a un fraile llamado Fafilani, el mismo nombre que casualmente aparece en el documento de venta. También se tiene constancia de que en la misma época, en el lugar de Fontecuberta (Rabal), vivía una persona de cierta importancia llamada Fafila. Un documento fechado a 5 de mayo de 956 se refiere a él como “domno”, es decir, “señor”, por lo que se trataría de un personaje relevante:
“… omnem mem hereditatem quod babeo in villare de Fornellos tam de ista parte fontano quam de ilk quod ibidem babeo de meo comparato de devesa de domno Fafila usque in termino de Fonte Coberta…” (Fuente: Tumbo de Celanova. Andrade Cernadas, 1994).
Teniendo en cuenta esta información, podemos aseverar que en torno al año 957 ubicamos en Rabal a un Abad de nombre Fafilani, que funda un Monasterio dedicado a San Paio (Pelayo), y en Foncuberta (Rabal) a un personaje relevante de nombre Fafila también. Esta coincidencia puede llevarnos a pensar que se trate de la misma persona, aunque los escasos datos de los que disponemos no nos permiten aseverarlo con completa certeza.
Del cenobio de Sancti Pelagii ya no queda resto alguno, pero sí se conserva el nombre del lugar en donde estuvo asentado, lo que hoy en día conocemos como San Paio de Rabal. En el lugar en el que un día se ubicaría el monasterio, actualmente encontramos una capilla dedicada a San Antón.
Capilla de San Antón en San Paio de Rabal
Conclusiones
A partir de este documento objeto de análisis, la primera referencia documental conocida a Parderrubias, aun tratándose de un escrito muy simple, se pueden extraer algunas conclusiones interesantes.
Hace ahora 1059 años (año 957) Parderrubias era ya una villa plenamente constituida, en la que había casas y se labraba la tierra, contaba con plantaciones de manzanos y viñedos, siendo conocida por el nombre de Parietes Rubias (Paredes Rubias), presumiblemente por el color de los muros de las casas. Estos hechos nos llevan a pensar que ese poblado debería tener como mínimo en 957 unos 100 años de existencia, sino más, lo que otorgaría a Parderrubias una antigüedad de 1100-1200 años, aproximadamente.
En el documento, a excepción de Reparati, no se mencionan colindantes, que sí eran habituales en otros diplomas, lo que hace suponer que nuestro pueblo en esa época sería una pequeña población conformada por unos pocos núcleos familiares.
Asimismo, el escriba se refiere a las tierras como “compradas o fundadas por su hermana y tía Ovestrilli”, sin quedar claro si la familia o la tía eran originarias de Parderrubias y si eran vecinos de dicho lugar. Lo que sí consta claramente es que los familiares heredan las tierras y casas pertenecientes a esta mujer, desconociendo que fue de la parte que quedó en posesión de su marido Gildo y de sus familiares.
El precio de venta, cinco modios, aunque fuese por hermano, se puede calificar de bajo, lo que denotaría el poco valor de las casas y de las tierras, si bien también hay que tener en cuenta que, por lo general, el campesino seguía trabajando las tierras como usufructuario, a cambio de una renta que tenía que pagar al Monasterio.
A fecha de hoy no existe constancia de un lugar denominado “San Vicente”, ni de una advocación a este Santo, en la zona de Rabal. Eso no quiere decir que no existiese, pues el Tumbo de Celanova sólo alude a lugares en los que tuvo lugar alguna venta, cesión o donación. Como ejemplo se cita el caso de un lugar llamado Fornello, sito en la zona de Rabal, del que constan referencias en varios documentos del Tumbo, y que actualmente los historiadores creen desaparecido. Sea como fuera, los datos del documento no alcanzan para conocer con exactitud a qué Monasterio fue vendida la herencia, si bien pensamos que lo más probable es que lo haya sido al Monasterio de San Vicente de Louredo o, quién sabe, si al de San Paio de Rabal.
Referencias
Andrade Cernadas, J. M. (1994). O Tombo de Celanova: estudio introductorio, edicións e índices (ss. IX-XII). Fontes documentais para a Historia de Galicia. Santiago de Compostela: Consello da Cultura Galega.
Freire Camaniel, J. (1998). El Monacato Gallego en la Alta Edad Media (Tomo II). Pontevedra: Fundación Pedro Barrié de la Maza.
Isla Fernández, A. (1992). La sociedad gallega en la Alta Edad Media (siglos IX-XII). Madrid: CSIC.
Pastor de Togneri, R. (1980). Resistencias y luchas campesinas en la época del crecimiento y consolidación de la formación feudal. Castilla y León, siglos X-XIII. Madrid: Siglo XXI.
Pérez López, D. (2015). Historia de Galicia. Pontevedra: Editorial Cumio.
Portela, E. y Pallares, M. C. (1998). La villa por dentro. Testimonios galaicos del siglo X y XI. Studia Historica. Historia Medieval, 16, 13-43.
Ribeiro, J. P. (1798). Observações historicas e criticas para servirem de memorias ao systema da diplomatica portugueza oferecidas ao serenissimo Principe do Brazil. Lisboa: Academia Real das Sciencias de Lisboa.
Sáez, S. y Sáez, E. (2000). Colección Diplomática del Monasterio de Celanova (943-988) (Tomo 2). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.
Afirmaba el filósofo británico Edmund Burke, que “las gentes que nunca se preocupan por sus antepasados jamás mirarán hacia la posteridad”. En este afán por mirar a la posteridad situamos este brillante trabajo firmado por José Luis Camba Seara.
No es tarea fácil describir el origen de un pueblo con una dilatada historia como es el caso de Parderrubias, iniciada documentalmente allá por el año 957. José Luis nos adentra en el apasionante mundo de los primeros documentos que ponen nombre y apellidos a nuestros antepasados del siglo XVI. Gracias a su trabajo de investigación podemos conocer, entre otros muchos datos de gran relevancia, los nombres, por ejemplo, del primer vecino bautizado y de la primera pareja de casados en la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias.
Gracias, José Luis.
Juan Carlos Sierra Freire
Nota. Este artículo aparece publicado en su versión original en gallego y justo a continuación el lector encontrará una versión en castellano.
Cúmprense 450 anos do nacemento de 14 veciños e de catro casamentos en Santa Olaia de Parderrubias (1566-2016). Por José Luis Camba Seara
A parroquia de Parderrubias (a sua denominación cambia duns a outros documentos históricos (Parietes-Rubias, pardeRubias, Parderrubias, etc. (https://aparroquiadeparderrubias.wordpress.com/ubicacion-y-constitucion/) é un pobo, lugar ou vila, cuxo topónimo antigo data de fai máis de mil anos (Sánchez Pardo, 2008). Este autor fai mención a este lugar coa sua antiga denominación (Parietes Rubias) sendo altamente probable este a orixe da actual toponimia: Parderrubias. A sua primeira mención documental dataría do ano 957 nun documento dunha venda, documento ao que aluden tamén Sáez e Saez (1996) e López Sabatel (2013). Nun párrafo deste documento menciónase que no devandito ano 957:
“Nigolago, Getina, Arias e Gogina, no seu propio nome, e Adaulfo e Menegundia, no seu nome e en representación dos seus sobriños, venden ao mosteiro de San Vicente a metade dunha vila” (López Sabatel, 2013, p. 85).
«...Et ipsa villa inter Minio et Arnogia, vocitata Parietes Rubias, pro quo accepimus de vobis precium, in quo et quanto nobis bene complacuit, per germanos capitales, quinque modios, vos dedistis et nos accepimus, et de ipso pretio apud vos nichil remansit in debito…»
É dicir, «…E a mesma vila entre o Miño e o Arnoya, chamada Parietes Rubias, …».
Igrexa Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias (século XVIII).
A obra citada de Sánchez Pardo (2008) inclúe un mapa coa ubicación das parroquias e aldeas da hoxe denominada comarca Terras de Celanova, na provincia de Ourense, e no que aparecen os nomes das parroquias mencionadas polos seus topónimos antigos desa época, nun período comprendido entre os séculos IX e XIII (e posteriores), período estudado por este historiador. Entre estas parroquias aparecen Parietes Rubias (Parderrubias) e pobos limítrofes como Peraria (Pereira), Villa Plana (Vilar), Spinoso (Espinoso), Montilanen (Muntián) ou Ravanal (Rabal). Sánchez Pardo, tendo en conta o nome da advocación da Parroquia (Santa Eulalia, Santa Olaya, Santa Olalla, Santa Baia) aventura que a súa orixe podería situarse no século V (véxanse as Figuras 1 e 2) .
Figura 1. Distribución de aldeas en el territorio de Terras de Celanova datadas entre los siglos IX y XIII (fotografía tomada de Sánchez Pardo, 2008).
Figura 2. Distribución de aldeas en el territorio de Terras de Celanova citadas por primera vez antes o después del año 1000 (fotografía tomada de Sánchez Pardo, 2008).
No Censo de Pecheros do ano 1527, realizado na época de Carlos I (Instituto Nacional de Estadística, 2008), Parderrubias pertencía administrativamente á demarcación do Coto de Sobrado do Bispo que comprendía os pobos das parroquias de Sobrado do Bispo, Loiro, Parderrubias e Pereira. Este coto tiña entón 80 veciños (pecheros ou familias que pagaban os seus impostos) e limitaba entre outros cos cotos de Bentrazes, Soutopenedo e Vilar de Paio.
Os Libros de Fábrica da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias
Deixando á marxe o debate cronolóxico sobre a antigüidade do topónimo Parderrubias (Parietes Rubias) vou expoñer algúns datos extraídos dos chamados Libros de Fábrica da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias que se conservan no Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
Desde finais do século V estendeuse o costume da Igrexa Católica de levar un control estrito sobre os seus bens e posesións. Será a partir do século VI cando se chame a estos rexistros como Libros de Fábrica, porque neles faise referencia á masa de bens destinados ao mantemento da Igrexa. Será co Concilio de Trento (1545-1563) cando quedarán definitivamente reguladas as recomendacións para o uso e clasificación dos libros parroquiais, xeneralizándose desde entón o seu uso.
Os libros sacramentales dividíanse en libros de Bautizados, Matrimonios, Defuntos, Confirmados e Statu Animorum. Entre os de carácter administrativo diferenciábase os de Fábrica propiamente dos que levaban o control das Confrarías, Obras Pias e Misas Aniversario, Libros de Casas Reitorais, etc. Será precisamente nesta época, no ano 1562, cando se realizan as primeiras anotacións dos Libros da Parroquia de Parderrubias.
Os Libros de Fábrica da Parroquia de Parderrubias que se conservan no Arquivo Histórico Diocesán de Ourense, son dos máis antigos da Diócese, tendo un incalculable valor e interese polos datos e referencias que neles se inclúen posibilitando coñecer a historia de Parderrubias a partir de mediados do século XVI, pois parte da mesma queda recollida neles. Estes libros constitúen un claro expoñente da realidade económica e social das parroquias rurales ao longo da Idade Moderna e unha magnífica ferramenta para reconstruír unha parte escasamente coñecida da nosa historia.
Será no ano 1562 cando nos atopemos cos primeiros datos detallados da Parroquia de Parderrubias. No primeiro dos tres libros hai un documento eclesiástico datado neste ano referido á visita que efectuou «a la parroquia de Santa Olaya de parde Rubias” o Visitador Xeral do Obispado de Ourense e “hallo por rretor della a Alonso amigo de… y a su capellan Gregorio de prado…”.
“Visita de la iglesia de sta Olaya depar de Rubias del año de 1562 aºs”(años). En la iglesia de Santaolayade par de R(ubias)… y anos del mes dehenero del ano de m(il e quinientos) y sesentaydos. El mag(nifi)co y muy Rvdmo señor—Anda visitador general en todo el obispado de ore(nse) don fran(cisco) –larias ob(bis)po del s(ueb)o obispado… Magnifico sr my señor… y hallo por retor della a alonso amigo de… y su capellan que…. Y dice misa todos los domingos y días de fiestas…”.
Documento que acredita a visita do Sr. Visitador do Obispado de Ourense á Igrexa Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias no ano 1562. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
O primeiro rexistro legible de bautizados que está documentado no Libro de Bautizados da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias, é o dunha nena chamada “constança” e que foi bautizada “el priº domingo de septiembre del año de 1564”. Foi bautizada polo párroco da igrexa “francº do Casullo” cuxa sinatura pode verse no asentamento que se fai na dita partida de nacemento.
Documento que acredita ao primeiro bautizado, legible, na Igrexa Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias no año 1564. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
Ano de mil e cincocentos sesenta e seis: hai 450 anos
Centrándonos no ano de 1566, é decir hai 450 anos, a Parroquia de Parderrubias comprendía varios núcleos de poboación (Yglesia, aSeara, Bouças, Solbeyra, Nugueyroa), reseñados todos eles nos asentamentos de bautizados, casados e falecidos, así coma nos escritos das Visitas do Señor Visitador. Nestas datas a Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias contaba con 30 feligreses como se pode apreciar nos escritos dos Libros de Fábrica da mesma.
Acta da Visita do Sr. Obispo de Ourense a Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias en 1581. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
En 1566 foron bautizados na Parroquia de Parderrubias 14 novos veciños, dos cales sete eran varóns e sete mulleres. Os meses nos que tiveron lugar os bautizos (e presumiblemente os nacementos) foron xaneiro (1), febreiro (1), marzo (2), maio (1), agosto (2), setembro (2), outubro (1) e decembro (4). Todos eles eran veciños da Parroquia de Santa Olaia aínda que algúns dos seus pais procedían dalgunha Parroquia ou lugar diferentes.Os nomes dos novos bautizados e o de seus pais eran os seguintes:
«Cathalina: hija de alonso doniz e margarida
vartulome: hijo de Rº golin y de Antonia
pedro: hijo de alonso golin debaixo y de constança
catalina: hija de Antoº de noboa y de doña cathalina
pedro: hijo de pedro daSeara y de Ysabel golin hija de maria golin
maria: hija de juan de Sampedro y de Eynes
vartolome: hija de Jnº de Sampedro y de maria
maria: hija de pedro daSeara y de dominga
Juan: hijo de Juan de layglesia y de Ysabel
simon: hijo de Vieyto das pias y de micia
Eynes: hija de francº gºsy de Luzia
Luzia: hija de fernan pascual y de francª
antonio: hjo de Alonso golin y de margarida
marina : hija de frco martin y de maria «.
Pila Bautismal da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias.
Nos asentamentos de bautizos aparecen, ademais do nome dos bautizados e o dos seus pais, o dos padriños, así como a data de celebración, que normalmente era en domingo. Moitos dos nomes dos veciños apuntados («pedro daSeara», «juan de Sampedro», «juan de layglesia», «gregorio do campelo», etc.) aparecen designados polo seu nome de pila seguido do da súa aldea ou lugar de veciñanza. Esta é unha caracterización toponímica que aínda pervive actualmente como costume nos nosos pobos e aldeas. Noutros casos faise referencia, xunto co nome, ao seu parentesco («muger da oº golin», «hija de gonzº dasPias», etc. ) ou ao seu oficio («pedro zapateiro», «criado de…», «carpinteiro», «capellan de Pereyras», etc.). Tamén nalgún caso faise referencia a algún alcume como «alonso golin elviejo» ou «alº do canal coxo».
Algúns dos recén nados foron bautizados “causa necesitatis”. O bautizo únicamente se podía administrar no propio fogar naqueles casos de máxima gravidade da situación ou perigo de morte. «Se pola distancia ou outras circunstancias o que debe ser bautizado non pode ir ou ser levado sen grave inconveniente á igrexa parroquial… pode e debe conferirse o bautismo noutra igrexa mais próxima… ou noutro lugar decente… Se o neno se atopa en perigo de morte debe ser bautizado sen demora» (Instituto Martín de Azpilcueta, 1983, p. 582).
Entre os anos 1565 e 1575 foron bautizados na parroquia de Santa Olaia de Parderrubias, segundo se recolle do estudo dos seus asentamentos no Libro Parroquial 1 da devandita Parroquia, 126 nados, dos cales 54 (42,8%) foron homes e 72 (57,2%) mulleres. A media de bautizados nesta década foi duns 12 anuais, dos cales aproximadamente cinco eran homes e sete mulleres. Os anos cun maior número de bautizados foron 1569 e 1574 con 16, e 1566 con 14 (véxase Táboa 1). Todos os bautizados neste período, excepto un, que foi bautizado por “alonso gonzalez capellan de Pereyras”, fórono polo enton abade rector dela Blas Gonzalez.
Documento firmado polo abade Blas Gonzalez, retor da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias entre 1565 e 1575. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
Na Táboa 1 pódese observar a distribución dos bautizados entre 1565 e 1575 na Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias.
Táboa 1. Distribución de bautizados entre os anos 1565 e 1575 na Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias. Elaborada por J. L. Camba Seara.
En canto aos casamentos celebrados na Parroquia no ano de 1566, figuran catro no citado Libro 1:
“Alonso ferro, vecino de ginzo, con Eynes doytomuro vecina de Parderrubias el 13 de henero”.
“Gonzalo doytomuro vecino de bouças con catalina vecina de Parderrubias el 12 de junio”.
“Juan perez, vº de sobrado y Antonia gonzalez vª de solveira el 10 de noviembre”.
“fernan giraldez vº de ulfe y maria daSeara de Parderrubias el 24 de noviembre”.
En todos estes casamentos oficiou como abade tamén Blas Gonzalez párroco de Santa Olaia de Parderrubias. É de destacar que estes matrimonios celebrábanse, como se pode comprobar pola veciñanza dos contraentes, entre os propios veciños de Parderrubias, e entre estes e os doutras parroquias ou pobos próximos, e mesmo afastados como é o caso de veciños de “ginzo” (Xinzo de Limia supostamente) ou “Sobrado”.
Documento do asentamento dun matrimonio celebrado en “santa olaya deparderrubias” o 13 de xaneiro de 1566. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
No ano anterior, 1565, primeiro dos relacionados, figuran outros catro matrimonios:
“Afonso borrajo y Joana doytomuro el 17 de septiembre”.
“Dominga golin de Parderrubias y Diego de sanmamede vecino de sanmamede, el ultimo domingo de noviembre”.
“Rodrigo golin y Antonia martinez, el dia de San marcos”.
“Afonso doniz y margarida doytomuro el 9 de octubre”.
O casamento de “Bello Afonso borrajo y Joana doytomuro o 17 de septembro de 1565” é o primeiro dos que aparecen no Libro de Bautizados da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias. «Fueron padrinos y testigos Pero de golín vº de moreras y ysabel muger de jnº dela iglsa«. Los casó Blas Gonzalez.
Documento de asentamento do primeiro casamento rexistrado na Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias o 17 de septembro de 1565. Fonte: Arquivo Histórico Diocesán de Ourense.
Todos estes nomes corresponden a antepasados da Parroquia de Parderrubias que naceron, foron bautizados, traballaron, casaron e morreron nela e que forman parte da nosa memoria histórica, o que da fe da existencia no século XVI dunha comunidade asentada e bastante numerosa no que hoxe é o noso pobo e arredores.
Noutra ocasión trataremos o estudo de falecidos e confirmados na Parroquia de Parderrubias durante esta época.
Referencias
Instituto Martín Azpilcueta (1983). Código de Derecho Canónico. Barañáin: EUNSA.
Instituto Nacional de Estadística (2008). Censo de Pecheros de 1528 y 1591. Madrid: INE.
López Sabatel, J. A. (2013). La villa altomedieval gallega: núcleo de estructuración social y escenario de feudalización. Social and Education History, 2, 78-100.
Sáez, E. y Sáez, C. (1996). Colección diplomática del monasterio de Celanova (842-1230). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.
Sánchez Pardo, J. C. (2008). Territorio y poblamiento en Galicia entre la Antigüedad y la plena Edad Media. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela.
VERSIÓN EN CASTELLANO
Nota. Este artículo aparece publicado más arriba en su versión original en gallego.
Se cumplen 450 años del nacimiento de 14 vecinos y de cuatro casamientos en Santa Olaia de Parderrubias (1566-2016). Por José Luis Camba Seara
La Parroquia de Parderrubias (su denominación cambia de unos documentos históricos a otros: Parietes-Rubias, pardeRubias, Parderrubias, etc. (https://aparroquiadeparderrubias.wordpress.com/ubicacion-y-constitucion/) es un pueblo, lugar o villa, cuyo topónimo antiguo data de hace más de mil años (Sánchez Pardo, 2008). Este autor hace mención a este lugar con su antigua nominación (Parietes Rubias), siendo altamente probable éste el origen de la actual toponimia: Parderrubias. Su primera mención documental dataría del año 957 en un documento de una venta, documento al que aluden también López Sabatel (2013) y Sáez y Sáez (1996). En un párrafo de este documento se menciona que en dicho año 957:
“Nigolago, Getina, Arias y Gogina, en su propio nombre, y Adaulfo y Menegundia, en su nombre y en representación de sus sobrinos, venden al monasterio de San Vicente la mitad de una villa” (López Sabatel, 2013, p. 85).
«…Et ipsa villa inter Minio et Arnogia, vocitata Parietes Rubias, pro quo accepimus de vobis precium, in quo et quanto nobis bene complacuit, per germanos capitales, quinque modios, vos dedistis et nos accepimus, et de ipso pretio apud vos nichil remansit in debito…»
Es decir, «… Y la misma villa entre el Miño y el Arnoya, llamada Parietes Rubias…».
Iglesia Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias (siglo XVIII).
La obra citada de Sánchez Pardo (2008) incluye un mapa con la ubicación de las parroquias y aldeas de la hoy denominada comarca Terras de Celanova, en la provincia de Ourense, y en el que aparecen las parroquias nombradas por sus topónimos antiguos entre los siglos X y XIII (y posteriores), periodo estudiado por este historiador. Entre estas parroquias aparece Parietes Rubias (Parderrubias) y pueblos limítrofes como Peraria (Pereira), Villa Plana (Vilar), Spinoso (Espinoso), Montilanen (Muntián) o Ravanal (Rabal). Sánchez Pardo, teniendo en cuenta el nombre de la advocación de la Parroquia (Santa Eulalia, Santa Olaya, Santa Olalla, Santa Baia) aventura que su origen podría situarse incluso en el siglo V. Véanse las Figuras 1 y 2.
Figura 1. Distribución de aldeas en el territorio de Terras de Celanova datadas entre los siglos IX y XIII (fotografía tomada de Sánchez Pardo, 2008).
Figura 2. Distribución de aldeas en el territorio de Terras de Celanova citadas por primera vez antes o después del año 1000 (fotografía tomada de Sánchez Pardo, 2008).
En el Censo de Pecheros del año 1527, realizado en la época de Carlos I (Instituto Nacional de Estadística, 2008), Parderrubias pertenecía administrativamente a la demarcación del Coto de Sobrado del Obispo que comprendía los pueblos de las parroquias de Sobrado del Obispo, Loiro, Parderrubias y Pereira. Este coto tenía entonces 80 vecinos (pecheros o familias que pagaban sus impuestos) y limitaba entre otros con los cotos de Bentrazes, Soutopenedo y Vilar de Paio.
Los Libros de Fábrica de la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias
Dejando a un lado el debate cronológico sobre la antigüedad del topónimo Parderrubias (Parietes Rubias) voy a exponer algunos datos extraídos de los denominados Libros de Fábrica de la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias que se conservan en el Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
Desde finales del siglo V se extendió la costumbre de la Iglesia Católica de llevar un control estricto sobre sus bienes y posesiones. Será a partir del siglo VI cuando se aluda a estos registros como Libros de Fábrica, denominados así porque en ellos se hace referencia a la masa de bienes destinados al mantenimiento de la Iglesia. Será con el Concilio de Trento (1545-1563) cuando quedarán definitivamente reguladas las recomendaciones para el uso y clasificación de los libros parroquiales, generalizándose desde entonces su uso.
Los libros sacramentales se dividían en libros de Bautizados, Matrimonios, Difuntos, Confirmados y Statu Animorum. Entre los de carácter administrativo se diferenciaban los Libros de Fábrica propiamente dichos de los que llevaban el control de las Cofradías, Obras Pías y Misas Aniversario, Libros de Casas Rectorales, etc. Será precisamente en esta época, en el año 1562, cuando se realizan las primeras anotaciones de los Libros de la Parroquia de Parderrubias.
Los Libros de Fábrica de la Parroquia de Parderrubias que se conservan en el Archivo Histórico Diocesano de Ourense son de los más antiguos de la Diócesis, teniendo un incalculable valor e interés por los datos y referencias que en ellos se incluyen, posibilitando conocer la historia de Parderrubias a partir de mediados del siglo XVI, pues parte de la misma queda recogida en ellos. Estos libros constituyen un claro exponente de la realidad económica y social de las parroquias rurales a lo largo de la Edad Moderna y una magnífica herramienta para reconstruir una parte escasamente conocida de nuestra historia.
Será en el año 1562 cuando nos encontremos con los primeros datos detallados de la Parroquia de Parderrubias. En el primero de los tres libros hay un documento eclesiástico datado en ese año referido a la visita que efectuó “a la parroquia de Santa Olaya de parde Rubias” el Visitador General del Obispado de Ourense, en donde “hallo por rretor della a Alonso amigo de… y a su capellan Gregorio de prado…”.
“Visita de la iglesia de sta Olaya depar de Rubias del año de 1562 aºs (años). En la iglesia de Santaolayade par de R(ubias)… y anos del mes dehenero del ano de m(il e quinientos) y sesentaydos. El mag(nifi)co y muy Rvdmo señor—Anda visitador general en todo el obispado de ore(nse) don fran(cisco) –larias ob(bis)po del s(ueb)o obispado… Magnifico sr my señor… y hallo por retor della a alonso amigo de… y su capellan que…. Y dice misa todos los domingos y días de fiestas…..”.
Documento que acredita la visita del Sr. Visitador del Obispado de Ourense a la Iglesia Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias en el año 1562. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
El primer bautizo, legible, que aparece registrado en el Libro de Bautizados de la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias, corresponde al de una niña llamada “constança”, bautizada “el priº domingo de septiembre del año de 1564” por el que era párroco “francº do Casullo”.
Documento que acredita el primer bautizo, legible, en la Iglesia Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias en el año 1564. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
Año de mil e quinientos sesenta e seis: hace 450 años
Centrándonos en el año de 1566, es decir, hace450 años, la Parroquia de Parderrubias comprendía varios núcleos de población (Yglesia, aSeara, Bouças, Solbeyra, Nugueyroa), reseñados todos ellos en los asentamientos de bautizados, casados y fallecidos, así como en los escritos de las Visitas del Sr. Visitador. En esta época la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias contaba con 30 feligreses como se puede apreciar en los escritos de los Libros de Fábrica de la misma.
Acta de la Visita del Sr. Obispo de Ourense a la Parroquia de de Santa Olaia de Parderrubias en 1581. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
En 1566 fueron bautizados en la Parroquia de Parderrubias 14 nuevos vecinos, de los cuales siete eran varones y siete mujeres. Los meses en los que tuvieron lugar los bautizos (y presumiblemente, los nacimientos) fueron enero (1), febrero (1), marzo (2), mayo (1), agosto (2), septiembre (2), octubre (1) y diciembre (4). Todos ellos eran vecinos de la Parroquia de Santa Olaia, aunque algunos de sus padres procedían de alguna parroquia o lugar diferentes. Los nombres de los nuevos bautizados y los de sus padres eran los siguientes:
«Cathalina: hija de alonso doniz e margarida
vartulome: hijo de Rº golin y de Antonia
pedro: hijo de alonso golin debaixo y de constança
catalina: hija de Antoº de noboa y de doña cathalina
pedro: hijo de pedro daSeara y de Ysabel golin hija de maria golin
maria: hija de juan de Sampedro y de Eynes
vartolome: hija de Jnº de Sampedro y de maria
maria: hija de pedro daSeara y de dominga
Juan: hijo de Juan de layglesia y de Ysabel
simon: hijo de Vieyto das pias y de micia
Eynes: hija de francº gºsy de Luzia
Luzia: hija de fernan pascual y de francª
antonio: hjo de Alonso golin y de margarida
marina : hija de frco martin y de maria».
Pila Bautismal de la Iglesia Parroquial de Santa Olaia de Parderrubias.
En los asentamientos de bautizos aparecen, además del nombre de los bautizados y el de sus padres, el de los padrinos, así como la fecha de celebración, que normalmente era en domingo. Muchos de los nombres de los vecinos reseñados («pedro da Seara», «juan de Sampedro», «juan de layglesia», «gregorio do campelo», etc.) aparecen designados por su nombre de pila seguido del de su aldea o lugar de vecindad. Esta es una caracterización toponímica que aún pervive actualmente como costumbre en nuestros pueblos y aldeas. En otros casos se hacía referencia, junto con el nombre, a su parentesco («muger de alº golin», hija de gonzº dasPias», etc.) o a su oficio («pedro zapatero», «criado de…», «carpintero», «capellan de Pereyras», etc.). También en algún caso se hace referencia a algún apodo (alcume) como «alonso golin el viejo» o «alº do canal coxo».
Algunos de los recién nacidos fueron bautizado “causa necesitatis”. El bautizo únicamente se podía administrar en el propio hogar en aquellos casos de máxima gravedad de la situación o peligro de muerte. “Si por la lejanía u otras circunstancias el que ha de ser bautizado no puede ir o ser llevado sin grave inconveniente a la iglesia parroquial… puede y debe conferirse el bautismo en otra iglesia más cercana… o en otro lugar decente… Si el niño se encuentra en peligro de muerte debe ser bautizado sin demora…” (Instituto Martín de Azpilcueta, 1983, p. 582).
Entre los años 1565 y 1575 fueron bautizados en la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias, según se extrae del estudio de sus asentamientos en el Libro Parroquial 1 de dicha Parroquia, 126 nacidos, de los cuales 54 (42,8%) fueron varones y 72 (57,2%) mujeres. La media de bautizados en esta década fue de unos 12 anuales, de los cuales aproximadamente cinco eran hombres y siete mujeres. Los años con un mayor número de bautizados fueron 1569 y 1574 con 16, y 1566 con 14 (véase la Tabla 1). Todos los bautizados en este periodo, excepto uno que fue bautizado por “alonso gonzalez capellan de Pereyras”, lo fueron por el entonces abad rector de ella “Blas Gonzalez”.
Documento firmado por el abad Blas Gonzalez, rector da Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias entre 1565 y 1575. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
En la Tabla 1 se puede observar la distribución de los bautizados entre 1565 y 1575 en la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias.
Tabla 1. Distribución de bautizados entre los años 1565 y 1575 en la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias. Elaborada por J. L. Camba Seara.
Con respecto a los casamientos celebrados en la Parroquia en el año 1566, figuran cuatro en el citado Libro 1:
“Alonso ferro, vecino de ginzo, con Eynes doytomuro vecina de Parderrubias el 13 de henero”.
“Gonzalo doytomuro vecino de bouças con catalina vecina de Parderrubias el 12 de junio”.
“Juan perez, vº de sobrado y Antonia gonzalez vª de solveira el 10 de noviembre”.
“fernan giraldez vº de ulfe y maria daSeara de Parderrubias el 24 de noviembre.”
En todos estos matrimonios ofició como abad también Blas González párroco de Santa Olaia de Parderrubias. Es de destacar que estos matrimonios se celebraban, como se puede comprobar por la vecindad de los contrayentes, entre los propios vecinos de Parderrubias, o entre estos y los de otras parroquias o pueblos próximos, e incluso alejados como es el caso de vecinos de ginzo (Xinzo de Limia, supuestamente) o Sobrado.
Documento de asentamiento de un matrimonio celebrado en “santa olaya deparderrubias” el 13 de enero de 1566. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
En el año anterior, 1565, primero de los relacionados, figuran otros cuatro matrimonios:
“Bello Afonso borrajo y Joana doytomuro el 17 de septiembre”.
“Dominga golin de Parderrubias y Diego de sanmamede vecino de sanmamede, el ultimo domingo de noviembre”.
“Rodrigo golin y Antonia martinez, el dia de San marcos”.
“Afonso doniz y margarida doytomuro el 9 de octubre”.
Por tanto, el matrimonio de Bello Afonso borrajo con Joana doytomuro celebrado el 17 de septiembre de 1565 supone el primer casamiento registrado en la Parroquia. Fueron padrinos y testigos”pero de golín vº de moreras y ysabel mujer de jnº dela iglsa”.
Documento de asentamiento del primer casamiento registrado en la Parroquia de Santa Olaia de Parderrubias el 17 de septiembre de 1565. Fuente: Archivo Histórico Diocesano de Ourense.
Todos estos nombres corresponden a antepasados de la Parroquia de Parderrubias que nacieron, fueron bautizados, trabajaron, se casaron y fallecieron en ella, y que forman parte de nuestra memoria histórica, lo que da fe de la existencia en el siglo XVI de una comunidad asentada y bastante numerosa en lo que hoy es nuestro pueblo y alrededores.
En otra ocasión abordaremos el estudio de fallecidos y confirmados en la Parroquia de Parderrubias durante esta época.
Referencias
Instituto Martín Azpilcueta (1983). Código de Derecho Canónico. Barañáin: EUNSA.
Instituto Nacional de Estadística (2008). Censo de Pecheros de 1528 y 1591. Madrid: INE.
López Sabatel, J. A. (2013). La villa altomedieval gallega: núcleo de estructuración social y escenario de feudalización. Social and Education History, 2, 78-100.
Sáez, E. y Sáez, C. (1996). Colección diplomática del monasterio de Celanova (842-1230). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.
Sánchez Pardo, J. C. (2008). Territorio y poblamiento en Galicia entre la Antigüedad y la plena Edad Media. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela.