Mes: septiembre 2015

Sucesos relacionados con Parderrubias publicados en prensa

Sucesos relacionados con Parderrubias publicados en prensa

Por Juan Carlos Sierra Freire

 

El nombre de pueblos pequeños -como es el caso de Parderrubias- suele aparecer con poca frecuencia en la prensa y cuando lo hace suele ser por algún suceso o hecho delictivo. A lo largo de la historia, las ocasiones en las que Parderrubias saltó a las páginas de los periódicos se corresponden habitualmente con hechos de este tipo. El conocimiento y la información acerca de estos acontecimientos también nos ayuda a conocer mejor la sociedad de una determinada época.

A continuación se presenta un listado de sucesos (probablemente incompleto) relacionados, directa o indirectamente, con la parroquia de Parderrubias, que han visto la luz en la prensa escrita de los siglos XIX y XX.

1837: Asalto y robo a la casa de Francisco y María Outumuro, vecinos de Barrio, por parte de unos 10-12 hombres desconocidos, llevándose una gran cantidad de efectos (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 12 de mayo de 1837).

1849: Hurto de un pollino propiedad de Miguel Garrido, de Parderrubias, por parte de Gregorio Outumuro, vecino de Proente (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 19 de junio de 1849).

1867: Asalto durante la noche a la casa de Tomás Justo, de Parderrubias, por parte de seis desconocidos, y ante la oposición de este a entregarles el dinero, lo conducen a un monte próximo en donde le mutilan (La Época, 15 de enero de 1867; La Correspondencia de España, 17 de enero de 1867).

1867: El párroco de Santa Eulalia de Parderrubias denuncia al Ayuntamiento el gran estorbo que ocasiona para las procesiones y demás servicios públicos el balcón de la casa propiedad de José Resvie (Boletín Oficial de la Provincia de Segovia, 1 de marzo de 1867).

1893: Aparición en el monte, entre Parderrubias y Pereira, del cadáver de Manuel Rodríguez Santos, vecino de Seixalvo, que padecía un trastorno mental grave y había abandonado su casa días atrás (El Lucense, 3 de marzo de 1893).

1894: Se ha declarado un violento incendio en el monte comunal de la parroquia de Parderrubias. El siniestro fue intencionado, ignorándose quiénes hayan sido los autores (El Diario de Galicia, 14 de septiembre de 1894).

1900: Búsqueda de María Seara Iglesias, vecina de Parderrubias, por abandono de la casa paterna (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 7 de septiembre de 1900).

1902: Estallido de dos bombas de dinamita en Parderrubias colocadas por “manos criminales” (El Noroeste, 27 de febrero de 1902).

1902: Robo en la tienda de José Álvarez, de Parderrubias, apropiándose los ladrones de tabaco, dinero y géneros que allí había (La Correspondencia Gallega, 26 de diciembre de 1902)

1903: Pérdida de la yegua de José Álvarez Pascual (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 3 de octubre de 1903).

1906: Robo del pollino de Jesusa Seara, de Nigueiroá, a manos de Antonia Iglesias, tendera ambulante natural de Oviedo (Boletín Oficial de la Provincia de Orense, 13 de octubre de 1906).

1907: Don Aurelio Álvarez Belvis, joven y estimadísimo médico de Soutopenedo, cuando se dirigía a Parderrubias, a ser Padrino en la Confirmación, recibe dos coces de su caballo, produciéndole heridas de bastante gravedad (La Correspondencia Gallega, 20 de abril de 1907).

1907: Reyerta entre mozos del pueblo de Solveira (Feligresía de Parderrubias) y los de A Merca en la Romería de San Miguel, con el saldo de un muerto y varios heridos (El Noroeste, 15 de mayo de 1907).

1910: Detención, por parte de la Guardia Civil de Celanova, de María Seara Iglesias, de 30 años, vecina de Parderrubias, por abandono de un bebé que había dado a luz (El Correo de Galicia, 18 de febrero de 1910).

1910: Al regresar de la feria de la capital a su casa de Parderrubias, Manuel Pascual fue brutalmente agredido por su convecino Antonio Mouriño, causándole varias heridas con un palo, que le privaron del conocimiento, notando al recobrarlo que le habían sustraído doscientas diez pesetas de un bolsillo (La Región, 13 de marzo de 1910).

1913: Denuncia de Manuel Rodríguez, vecino de Luintra, contra Benigno Fernández, natural de Parderrubias, por la venta de una vaca agresiva que embistió a un viandante (El Progreso, 10 de mayo de 1913).

1916: Desde la calle del Progreso hasta la parroquia de Parderrubias, en la carretera de Celanova, se perdió una sotana nueva. Se suplica al que la posea avise Calle Viriato 8, o en Parderrubias, casa José Garrido y Hermanos, Escultores (La Región, 11 de julio de 1916).

1917: Desde el pueblo de Parderrubias a Cartelle se extravió una cartera que contenía cierta cantidad de dinero. Como esta pertenecía a un pobre labrador, se agradece al que la hallase, la entregue a Bautista Grande, en el pueblo de Parderrubias (La Región, 24 de febrero de 1917).

1919: El que haya encontrado un cerdo de color blanco con dos rayas hechas por una tijera, se le ruega lo entregue al arcipreste de Parderrubias, don Benito Garrido, quien lo gratificará (La Región, 23 de abril de 1919).

1919: Accidente del automóvil correo de Orense a Entrimo en A Manchica. Un viajero sale despedido del coche sufriendo fuerte hemorragia en la cara, de la cual es atendido en Parderrubias a donde fue trasladado en un colchón (El Eco de Santiago, 8 de octubre de 1919).

1921: El propietario de unas yeguas que le fueron robadas en el pasado mes de junio podrá adquirir noticias de su paradero en casa de don Nicanor Lorenzo, en Parderrubias (La Voz de la Verdad, 6 de julio de 1921).

1921: Se declara un violento incendio en la casa del industrial don Bernardo Mueso, junto al Jardín de Posío. En el garaje de la planta baja se hallaban dos camiones pertenecientes a Garrido Hermanos, de Parderrubias. Uno de ellos estaba abarrotado de cajas de petróleo, aceite y sacos de harina. Quedó todo reducido a cenizas. Las pérdidas se calculan en 120.000 pesetas (El Compostelano, 26 de octubre de 1921).

1922: Cae en Parderrubias una granizada tan grande que no se recuerda otra igual, quedando muchos vecinos en la miseria al perderse prácticamente todas sus cosechas, llegando el Gobernador Civil a comunicar tal desgracia a los Ministros de Gobernación y Fomento (El Ideal Gallego, 2 de junio de 1922).

1923: Hurto de pinos en un monte propiedad de Dolores Iglesias, de Parderrubias (La Región, 25 de febrero de 1923).

1923: Violento incendio en la casa de Claudino Fernández sofocado gracias a la pericia de los vecinos, terminando herido por quemaduras Manuel Pascual Domuro (El Correo de Galicia, 24 de octubre de 1923).

1926: Nicanor Lorenzo, como Cabo del Somatén de Parderrubias, detiene al súbdito portugués Juan Alfonso por haber sustraído una cartera a una vecina del pueblo, de nombre Rosa. El ladrón venía huyendo de otro robo que había perpetrado en una casa de La Rabaza. Queda a disposición del Somatén de A Merca (La Zarpa, 9 de febrero de 1926).

1926: Choque de camionetas en el puente de Parderrubias y vuelco de la que fue embestida con resultado de tres heridos, que son recogidos por el automóvil de línea y conducidos a la Casa de Socorro de Orense (El Orzán, 18 de septiembre de 1926).

1927: Atestado contra Evaristo Seara, vecino de la Iglesia, por causar heridas de pronóstico reservado a María Conde Otero, vecina de Matusiños (El Heraldo Gallego, 23 de enero de 1927).

1927: Nicanor Lorenzo, industrial de Parderrubias, sufre en Vigo un intento de timo de la estampita. Percatándose de lo que se trataba, el Sr. Lorenzo “reparte una colección de puñetazos” al fracasado timador que huye perseguido por varias personas (El Diario de Pontevedra, 18 de octubre de 1927).

1927: Denuncia presentada por Emilio Rodríguez Álvarez, vecino de Nogueira de Ramuín, contra Antonio Rodríguez Garrido, de Parderrubias, al que compró una vaca por 562,50 pesetas, condicionada la compra a que el animal tuviese determinadas características, y cuando entiende que no las tiene, pide la devolución de los cuartos, a lo cual se opone el vendedor (El Heraldo Gallego, 25 de diciembre de 1927).

1928: Bautista Fernández Rego, de 24 años, fue detenido en el Campo de los Remedios por maltratar de obra a José Casas Santos, de 50 años, labrador natural de Vilar. Este fue asistido en el hospital (La Región, 18 de noviembre de 1928)..

1929: Atestado contra Jacinto Iglesias Seara por daños causados en la finca de David Outumuro, vecinos ambos de Parderrubias (El Pueblo Gallego, 5 de diciembre de 1929).

1930: Los vecinos de Parderrubias Antonio y María Outumuro, por resentimientos con su padre, debido a que pensaba contraer nuevamente matrimonio, penetraron en casa de este, llevándose de un cofre 250 pesetas (Heraldo de Galicia, 20 de enero de 1930).

1931: Por la Benemérita de Celanova fue detenido Francisco Suárez Suárez, de 30 años, vecino de Parderrubias, y autor de amenazas de muerte a su convecino Eliseo Garrido González. El detenido ingresó en la cárcel partido (Galicia, 8 de febrero de 1931).

1931: Fue denunciado al Juzgado del término Fernando Sampedro Seara, de 42 años, vecino de Parderrubias, por ocasionar la rotura de varios postes de piedra que circundaban la finca propiedad de su convecino José Seara (Galicia, 31 de marzo de 1931).

1931: Robo en el domicilio de los cuñados Manuel Sueiro y Jacinto Iglesias. Los ladrones se hacen con todo su dinero, consistente en varios miles de pesetas, casi en su totalidad en monedas de plata de cinco pesetas (La Región, 12 de junio de 1931). Los vecinos de Parderrubias, Manuel Sueiro Iglesias y Jacinto Iglesias, denunciaron ante la Benemérita de Celanova, que de un arcón de su propiedad sito en la cocina de una casa deshabitada, propiedad de ambos, les habían desaparecido 15.000 pesetas pertenecientes al primero y 3.000 del segundo. Ambos como cuñados que eran y se llevaban bien, guardaban sus ahorros juntamente (La Voz de la Verdad, 18 de junio de 1931).

1933: La joven de 23 años Mercedes Seara al encontrarse un poco mareada, y como tenía por costumbre de ocasiones anteriores tomar un sobre de polvos de las lombrices, que le producía alivio, acudió a dicho medicamento, con la mala suerte de coger un sobre de Ratin que tenía su madre guardado para los ratones, resultando intoxicada. En su ayuda acudió el auxiliar facultativo don Arístedes Quintairos, establecido en La Merca (Galicia, 23 de junio de 1933).

1934: El 27 de enero aparece en el monte de A Bacariza el cadáver de José Benito Conde Fidalgo, vecino de Armariz (Xunqueira de Ambía). El infortunado, que padecía ataques epilépticos, vivía con su madre viuda, y había desaparecido el día 17 (La Región, 31 de enero de 1934).

1935: En la Comisaria de Vigilancia se presentó Isolina Seara Garrido, de 31 años, hija de Germán y Viviana, natural y vecina de Parderrubias, manifestando que vino a la feria el lunes 7 del actual y trajo un pollino que dejó sujeto a una estaca en las cercanías del río Miño, en el campo de los Remedios, y cuando quiso recogerlo para marcharse a su casa ya no lo encontró, ignorando si se soltó o se lo sustrajeron. El pollino lo valora en 125 pesetas, siendo sus características color negro, alto y con aparejos (Galicia, 9 de octubre de 1935).

1936: Asalto en la Casa Rectoral de Parderrubias, en donde reside el párroco don Alfonso Losada Fernández. Ante el intento de evitar que le robasen resulta gravemente herido por disparos. Fallece a los pocos días en el hospital. Sus asesinos son detenidos en O Furriolo por la Guardia Civil (El Compostelano, 15 de junio de 1936; El Pueblo Gallego, 25 de junio de 1936; La Libertad, 26 de junio de 1936; La Vanguardia, 14 de junio de 1936). 

1940: Un voraz incendio ocurrido a las tres de la tarde, en la Aira de Parderrubias, destruye 14 medas de centeno valoradas en 45.000 pesetas (La Región, 2 de agosto de 1940).

1942: Robo de 30.000 pesetas en metálico en la casa de la vecina Josefa Iglesias Sueiro, de 29 años. Las sospechas caen sobre el convecino de la Josefa, sujeto de malos antecedentes y que ha sido expulsado de la Policía Armada. El sujeto en cuestión se hallaba pasando una temporada con una hermana en Parderrubias, pues su domicilio habitual es Barcelona (El Compostelano, 7 de agosto de 1942).

1943: Tala y sustracción de pinos maderables en el Coto das Pías, parroquia de Parderrubias, siendo denunciados varios vecinos de la parroquia de San Jorge (El Pueblo Gallego, 21 de abril de 1943).

1943: Fuerzas Especialistas de Cualedro han sorprendido en la Sierra Ladrón un auto matrícula M-21685 ocupado por los vecinos de Parderrubias y Viveiro, respectivamente, Eladio Garrido Garrido y Antonio González Rodríguez. Era la época de la fiebre del wolframio (La Región, 1 de agosto de 1943).

1948: Manuel Outumuro, de Parderrubias, denuncia a la Guardia Civil el intento de forzar la puerta de su casa mediante un disparo. Es detenido el convecino Antonio Martínez (El Pueblo Gallego, 2 de enero de 1948).

1951: Dosinda Rodríguez Rodríguez, vecina de Parderrubias, de 41 años se cae del pollino en el que iba montada, produciéndose heridas inciso cortantes sobre la tibia de la pierna izquierda (La Noche, 9 de enero de 1951).

1954: En el Sanatorio del Dr. Conde Corbal es asistido Isolino Camba, vecino de Parderrubias, de 41 años. Conducía una motocicleta y por no atropellar a una señora que se le cruzó en el camino, sufrió una caída, produciéndose una fractura con luxación del codo izquierdo (La Noche, 6 de diciembre de 1954).

1955: Antonio, vecino de Barrio (Bobadela) fue alcanzado por un rayo en las proximidades de Parderrubias, muriendo electrocutado. Venía de la feria de Ourense con una ternera. La lluvia insistente le llevó a cobijarse debajo de un árbol (El Pueblo Gallego, 19 de junio de 1955).

1956: Se hunde el piso de una habitación cuando velaban un cadáver. Resultaron siete personas heridas (La Región, 21 de febrero de 1956).

1956: José Iglesias Lorenzo, de 6 años, es asistido en el Sanatorio del Dr. Raposo por fractura del brazo derecho, a consecuencia de un accidente de trabajo (El Pueblo Gallego, 10 de agosto de 1956).

1956: Miguel Grande Outumuro, de 52 años, se hallaba trabajando en una obra de su casa y al intentar mover un perpiaño de dos metros de largo le alcanzó la mano derecha (El Pueblo Gallego, 16 de septiembre de 1956).

1958: Se denuncia a la Guardia Civil la sustracción, de un tramo de poste a poste, de un hilo de cobre, de unos cincuenta metros de longitud, que conducía energía eléctrica del transformador de Parderrubias al puedo de Campinas. Se desconoce el autor (El Pueblo Gallego, 3 de junio de 1958).

1962: En las cercanías de Parderrubias, un camión de la empresa Martínez Núñez de Ponferrada, que llevaba obreros para Bande, en donde construían un cuartel de la Guardia Civil, perdió la dirección y resultando heridos el chófer y los cuatro obreros (uno de ellos de 82 años) (El Pueblo Gallego, 28 de febrero de 1962).

1963: El turismo de matrícula francesa 354 GU 54 choca contra el pretil del puente que existe en la localidad de Parderrubias (La Región, 25 de enero de 1963).

1963: Josefina Grande Seara, de 22 años, vecina de Parderrubias, sufre luxación de tobillo de pie izquierdo originado cuando intentaba saltar un muro (El Pueblo Gallego, 6 de agosto de 1963).

1965: Dos heridos de accidente de moto, uno de ellos grave. El conductor es Abelardo Sueiro González, de 24 años, y su acompañante José Grande Fernández. Cerca de sus domicilios chocaron contra el talud de la cuneta (La Región, 11 de agosto de 1956).

1966: El gitano Eduardo Montoya Camacho se apropió de 124 kilos de maíz que pertenecían al vecino de Parderrubias Delmiro Grande Fernández. Fueron justipreciados en unas 600 pesetas. La Guardia Civil procedió a su detención (La Región, 4 de noviembre de 1966).

1967: En las cercanías de Verea, colisionó la moto OR-10.679 conducida por un vecino de Lovios de 21 años, contra el camión matrícula C-42851, que conducía Manuel Freire Seara, de 26 años, vecino de Parderrubias. El motorista falleció en el acto (El Pueblo Gallego, 16 de diciembre de 1967).

1969: En el km. 1 de la carretera de Orense a Portugal el coche OR-10810, al intentar adelantar al vehículo OR-23646, conducido por don César Sierra Fernández, sin que se sepan las causas chocó con la parte izquierda de este vehículo y fue a empotrarse contra un árbol. El segundo vehículo resultó con daños valorados en 15.000 pesetas (La Región, 27 de mayo de 1969).

1969: Cuando circulaba por el centro de la calzada en una curva de la carretera de Orense a Barra de Miño, la motocicleta OR-11.466 colisionó con el camión OR-16.697, que conducía José Sampedro Iglesias, de 44 años, vecino de Parderrubias, resultando el motorista con heridas de carácter grave. La moto sufrió daños valorados en 3.500 pesetas y el camión en 500 (El Pueblo Gallego, 16 de julio de 1969).

1970: En la carretera de Orense a Celanova, inmediaciones de Parderrubias, y a consecuencia de lo resbaladizo de la calzada, un turismo derrapó en una curva, chocando contra un talud. Resultaron heridos el conductor y su acompañante (El Pueblo Gallego, 6 de febrero de 1970).

1970: En una finca de su propiedad fue hallado el cadáver de José María Justo Lorenzo, de 40 años, soltero, el cual presentaba un corte en el cuello, producido por una navaja barbera (La Región, 7 de junio de 1970).

1971: Por la Guardia Civil de Celanova fue detenido un vecino de Orense de 20 años, peón, como autor del hurto, en Parderrubias, de un vehículo Land Rover, propiedad de Delmiro Grande Fernández, sufriendo accidente en el km. 14 de la carretera Orense-Magdalena, término municipal de La Merca, al que ocasionó daños valorados en 20.000 pesetas (El Pueblo Gallego, 18 de agosto de 1971).

1972: En la cercanía de Bentraces, un seat 600, anteanoche a las ocho atropelló a un anciano vecino de Teixugueiras, que falleció cuando era trasladado a una clínica en la capital. El peatón circulaba por la derecha, ocupando parte de la calzada. El Seat OR-16460 venia conducido por el vecino de Parderrubias Manuel Garrrido Seara (El Pueblo Gallego, 10 de febrero de 1972).

1972: El turismo OR-30792, conducido por Modesto González Fernández, vecino de Parderrubias, atropelló en el término municipal de Barbadanes a un peatón, vecino de La Valenzana, ocasionándole heridas leves (El Pueblo Gallego, 15 de marzo de 1972).

1972: Una pareja de la Guardia Civil persigue y da alcance en las proximidades de Parderrubias a un coche sospechoso. El chófer abandona el vehículo en marcha y se da a la fuga. El vehículo carecía de documentación y en su interior fueron hallados 650 kilos de café crudo de procedencia portuguesa, valorados en 48.750 pesetas (La Región, 18 de mayo de 1972).

1972: En el monte Bacariza y Tambillón, propiedad de los vecinos de Nigueiroá y Parderrubias ardieron unas 3 Has. de monte particular bajo, de escasa importancia, y unas 20 áreas del Patrimonio Forestal del Estado, poblado de pinos, quemándose unos 400, de 10 a 20 años. Los daños se cifran en unas 25.000 pesetas (El Pueblo Gallego, 1 de septiembre de 1972).

1973: En el hospital provincial fue asistido Delmiro Grande Fernández, de 41 años, vecino de Parderrubias por múltiples heridas, calificadas de pronóstico grave y producidas al ser embestido por un toro de su propiedad (El Pueblo Gallego, 23 de enero de 1973).

1974: Unas 18 Has. del monte Reparade, término de La Merca y propiedad de los vecinos de Parderrubias, La Manchica y Pereira de Montes, fueron pasto de las llamas. El fuego afectó a unos 7.000 pinos y las pérdidas fueron de 35.000 pesetas (El Pueblo Gallego, 21 de agosto de 1974).

1975: Fue hallado abandonado en las proximidades de Parderrubias el turismo Mini-Morris con matrícula MA-934009, notándose que la letra A y el número 4 habían sido pintados a pincel con pintura negra, y en el interior del mismo otra matrícula M-931009, propiedad de un vecino de Cambeo que había denunciado su desaparición (El Pueblo Gallego, 6 de agosto de 1975).

1978: Se produjo un atraco en el Auto Bar cuando Avelina Seara, de 39 años, estaba en la barra. Llegaron dos jóvenes en una moto que hicieron dos consumiciones y, al terminarlas, uno de ellos esgrimió un cuchillo, diciéndole a Avelina que era un atraco y que le diera el dinero. Se llevaron mil pesetas. Al intentar huir, la moto no encendió, por lo que se echaron al monte a pie (El Pueblo Gallego, 9 de julio de 1979).

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Canastros de Parderrubias

Canastros de Parderrubias

Por Juan Carlos Sierra Freire y Gonzalo Outomuro Rodríguez

«Os canastros son, hoxe, unha reliquia da arquitectura popular» (Araújo Iglesias, 1997)

Una de las imágenes más típicas de la Galicia rural es la de sus canastros (hórreos o cabaceiros). El uso de un término u otro depende de la zona geográfica. En el Sur de Galicia, concretamente en Parderrubias, por su proximidad a Portugal, se emplea de forma generalizada la expresión “canastro” para aludir a estas construcciones rurales. La palabra “canastro” proviene del latín «canistrum«, que significa canasta o cesto de mimbre. La asociación de esta expresión con el hórreo proviene del arte de elaboración de sus paredes.

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Canastro en A Iglesia

Según el historiador Xaquín Lorenzo (O Xocas), su origen podría situarse en los antiguos castros. En las Cantigas de Santa María (1280), de Alfonso X el Sabio, aparece una ilustración de canastros similares a los que actualmente se dibujan por toda la geografía de Parderrubias. Su auge y desarrollo se alcanza en el siglo XVI con la llegada del maíz desde el Nuevo Mundo.

Cantigas de Santa María. Fotografía recuperada de https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/69/Cantiga_de_Santa_Maria_CLXXXVI_-_Horreos.jpeg
Cantigas de Santa María

El canastro es una construcción hecha para conservar y guardar, básicamente el maíz (millo), aunque también se puede emplear para almacenar otros productos, con el fin de aislarlos de la humedad y de los animales. Para ello, se levanta sobre pilares (entre cuatro y seis) y sus paredes dejan pasar la ventilación a través de ranuras. En otros tiempos, la riqueza de una familia se medía por el número de pilares que tenía su canastro. En zonas húmedas, como Galicia, no se podría conservar el maíz de otra manera. Su forma y materiales varían de una zona geográfica a otra. En Parderrubias todos tienen una estructura similar. Se trata de una construcción de reducido tamaño de forma rectangular, sobre pilares y con tejado a dos aguas. Los pilares son de granito, el piso de madera, las tablas que forman las paredes son de madera de castaño y las tejas de cerámica son curvas. En la pared frontal se sitúa la puerta. Su longitud puede variar, pero el ancho es similar en todos ellos: 1,30-1,50 metros.

En su obra de obligada consulta, «A Merca. Antropoloxía dun Concello Galego«, Araújo Iglesias (1997) realiza una excelente descripción del típico canastro de Parderrubias:

«Va sostenido sobre cuatro o más pies de piedra, según su longitud. Dos pies van siempre en las dos esquinas y si es más largo puede llevar en el medio otras dos o cuatro. Sobre estos pies, que suelen ser habitualmente redondeados, descansan unas piedras planas en las que, a su vez, reposan las vigas del piso y las de altura. El tejado o cubierta se arma como el de las casas, con una viga cumbre que se apoya mediante pontones en vigas que, a su vez, son sostenidas por los balaustres verticales que se sostienen en las primeras vigas. Estos balaustres verticales, que dejan un boquete entre sí para la ventilación, van reforzados con una cinta horizontal de madera.

El canastro va a dos aguas. Entre la viga cumbre y las vigas laterales van los pontones sobre los que se clavan las tablas o latas que tienen que sostener las tejas. El piso es de madera. Está formado por tablas clavadas sobre pontones. En uno de los lados pequeños va la puerta, hecha de la misma manera que el resto de paredes. Los pies cónicos que sostienen el canastro en el aire llevan, en muchos casos, un revestimiento de lata para defender el interior del canastro contra los ratones. El ancho del canastro está en torno a 1,30 y 1,50 m., y de altura andará por los dos metros. En el lado de la puerta debe llevar una pequeña escalera para poder subir cómodamente al interior«.

En la Parroquia de Parderrubias, a fecha de hoy, se pueden observar todavía 71 canastros, en mejor o peor estado de conservación, repartidos por todos los pueblos que forman la Parroquia: 23 en Barrio, 19 en A Iglesia, 14 en O Outeiro, 7 en Nigueiroá, 6 en A Carretera y 2 en As Campinas; además, se pueden contabilizar los restos de otros 12: 6 en A Iglesia, 2 en Barrio, 2 en O Outeiro y 2 en Nigueiroá. Teniendo en cuenta el tamaño poblacional de Parderrubias, se trata de un número muy considerable. Desde cualquier perspectiva de la Parroquia es imposible no avistar algún canastro.

En ocasiones, los canastros se construyen al lado de la casa familiar, en un lugar aireado y soleado, y así nos encontramos con canastros solitarios en As Campinas o en Barrio, por ejemplo. Pero también existen conjuntos formados por varios canastros situados en zonas ventiladas (las airas, tan típicas de Parderrubias), como ocurre en A Iglesia, Barrio o Nigueiroá. Su uso puede ser exclusivo de una sola familia o compartido por varias. Prácticamente todos los canastros construidos en Parderrubias tienen cuatro o seis pilares, excepto uno en Nigueiroá (lamentablemente desaparecido) que contaba con ocho pilares. Es difícil determinar la data de construcción de cada uno de ellos. Solamente en uno de ellos, ubicado en Barrio aparece la fecha de edificación: 1928.

Restos del único canastro de ocho pilares ubicado en Nigueiroá
Canastro de Barrio fechado en 1928
Canastro en Nigueiroá
Canastro en As Campinas
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Conjunto de canastros en A Iglesia
Aldea
Conjunto de canastros de A Iglesia

Lamentablemente, debido a que ya apenas se cosecha maíz en la Parroquia, muchos de estos canastros se encuentran muy deteriorados por el paso del tiempo, la falta de uso y de mantenimiento, cayendo ya algunos en el completo abandono por parte de sus propietarios. En cambio, otros han sido restaurados y siguen cumpliendo con su honorable función de resguardar las espigas doradas de la humedad y de los roedores. Ojalá puedan seguir haciéndolo durante mucho tiempo y que aquellos que ya dejaron de estar operativos puedan ser restaurados para disfrute y admiración de las generaciones venideras. Ya en 1997, Araújo Iglesias planteaba la necesidad de que el Concello y/o la Dirección General de Patrimonio Cultural hiciese todo lo posible para conservar estas reliquias. Dicho queda y, a quién corresponda, que tome debida nota. Patrimonio de la Xunta prohíbe el traslado de los canastros construidos en piedra y madera sin su consentimiento. Todos los anteriores a 1901 son Bien de Interés Cultural, por lo cual no se pueden trasladar.

Restos de canastros en A Iglesia

Canastros de A Igrexa


Canastros de Barrio


Canastros de O Outeiro


Canastros de Nigueiroá


Canastros de A Carretera


Canastros de As Campinas


Perspectivas de Parderrubias con canastros

Alcouzo
A Iglesia
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O Valdemouro
Outeiro
O Outeiro
Outeiro2
O Outeiro
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Barrio
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Barrio

Referencias

Araújo Iglesias, M. A. (1997). A Merca. Antropoloxía dun Concello Galego. Vigo: Ir Indo.

Topónimos en Parderrubias. Por Tino Outumuro

Topónimos en Parderrubias. Por Tino Outumuro

 

Presentación

La parroquia de Parderrubias es riquísima en topónimos. Lamentablemente, debido principalmente al despoblamiento y al abandono del cultivo de muchas de sus tierras, un buen número de  estos nombres dejaron de usarse de forma habitual en los quehaceres diarios de la parroquia, corriendo el riesgo de que se pierdan y no lleguen a ser conocidos por las futuras generaciones.

Tino Outumuro llevó a cabo un magnífico trabajo de recogida y organización de nombres de zonas urbanas, de cultivo y de monte pertenecientes a la parroquia de Parderrubias que presenta a continuación.

El listado se elabora a partir de datos del catastro y de la memoria colectiva de la Parroquia. 

Quiero mostrar de modo explícito el agradecimiento a Tino por este documento que ayudará a conservar el Legado de Parderrubias.

Juan Carlos Sierra Freire

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Toxeira en Parderrubias
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Monte de Parderrubias

Sectores urbanos

  1. As Campinas
  2. Nigueiroá
  3. A Carballeira
  4. A Igrexa: Alcouzo, Madanela, Perica, Aira da Escola, Valdemouro
  5. Outeiro: A Fonte, A Cova, O Campo, As Airas, A Canella, Os Ponchos, O Val
  6. Barrio: Aira de Atrás, As Airas

Zonas de cultivo

  1. Zona de As Campinas: Viñadogena, Portairuga, Calriños, Val das Fontes, Chaira, Cortiña, Piñeira, Amiera, Presas, Portiño, Pontón
  2. Zona de Nigueiroá: Noceira, Mazaira, Cabezal, Soutiño Novo, Souto de Seara, Toxal, Fonteiriña, Valiño, Laxe
  3. Zona de A Bulla: Gandrá, Seixo, Perotaina, Carril, Muiño, Presa
  4. Zona de A Veiga: Muiño Vello, Veiga da Aldea, Carballo, Canceleira, Lameiriño, Lavandeira, Cruz, Regada, Barxe, Porta Barrio, Nogueiriña, Souto Lagar, Rio Traveso, Cuartela, A Granxa, Ladeira de Bouzas
  5. Zona de A Igrexa: Costa de Abaixo, Costa de Arriba, Besada, Perdueira, Veiga, Corredoira, Viña, Caramadoiro, Campiña, A Eira
  6. Zona de O Outeiro: Souto, Pardeleiro, Petres, Requeixada, Quinteiro, As Penedas, Cruceiro, Trabazo, Piñeiral
  7. Zona de Barrio: Tras de Chousa, Puntillón, Barreiro, Lavadeiro, A Lama, Fontelas, Valdecuñas
  8. Otras zonas: Val de Pedredo, Alto de Pedredo, O Coyo, Pedredo, Carrasqueira, Currás, Fonte de Currás, Canilliñas, Cañota, A Martas, Reparade
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Tierras de cultivo en Portairuga

Zonas de monte (toxeiras)

  1. A Lama: Revocia
  2. Os Pedrouzos
  3. Xestal
  4. Touza: Lameiriño, Regada, Vedado, Amiedal, Lamadraques, Lavandeira
  5. Labradas
  6. Xeixal
  7. Xeixo
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Monte en O Xeixal

Zonas de monte comunal

  1. Val do Pito
  2. A Chousiña
  3. O Cano
  4. Val de Canal
  5. Outeiro de Moxón
  6. Outeiro Grande
  7. Augalevada
  8. A Verea
  9. Cabada de Lobo
  10. A Vacariza
  11. Monte das Meas
  12. Val dos Meas
  13. O Queimado
  14. Val do Morto
  15. Val da Chata
  16. Monte de Abaixo
  17. Val dos Dous Jallos
  18. Os Cupos
  19. Val do Foxo
  20. O Regueiriño
  21. Couso
  22. Val Cobo
  23. Tambillón

Otros nombres de interés

  1. Fonte da Saude
  2. Fonte da Abella
  3. Fonte do Cano
  4. Fonte da Cerva
  5. Poza Grande
  6. Eucaliptos
  7. Campo de Fútbol
  8. Aira dos Palleiros
  9. Escuela
  10. Ollo do Pirata
  11. Poza dos Incendios
  12. Ponte do Couso
  13. Muiño do Evaristo

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Ríos

  1. Regueira da Cavado do Lobo
  2. Regato do Seixal
  3. Barbañica.
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Monte de Parderrubias
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Monte de Parderrubias

Cruceiros de Parderrubias

Cruceiros de Parderrubias

Por Juan Carlos Sierra Freire

 

Los cruceiros constituyen, sin lugar a duda, una de las manifestaciones más típicas de la arquitectura popular gallega (de hecho, están protegidos como patrimonio artístico-cultural). Se estima que existen en torno a 12.000 a lo largo de toda la geografía de la Comunidad. En el Concello de A Merca, Araújo Iglesias en el año 1997 cataloga 16 cruceiros: uno en Corvillón, tres en Entrambosríos,  uno en Faramontaos, uno en A Manchica, dos en Parderrubias, uno en Olás, uno en Pereira de Montes, tres en Vilar de Paio Muñiz-A Merca y tres en Zarracós.

El cruceiro es una cruz de piedra, de dimensiones variables, que se coloca en el cruce de caminos, atrios y en lugares cercanos a iglesias, ermitas o cementerios. «Suele alzarse sobre una plataforma con peldaños y tiene esculpido el crucifijo y, frecuentemente además, la Piedad o Quinta Angustia» (RAE). Según Araújo Iglesias (1997), está formado por una plataforma, un pedestal, el fuste, el capitel y la cruz. Todos estos elementos están claramente identificados en los cruceiros de Parderrubias. 

«Se levantan sobre una plataforma compuesta por varias gradas de sillería. Sobre ellas va un pedestal en un solo cuerpo, normalmente liso, aunque no siempre. Pegada a la base, va en algunos casos, una mesa de piedra destinada a colocar las imágenes de santos (o también la custodia del Santísimo, cuando se trata de la procesión del Corpus). El fuste que encaja en el pedestal viene a ser una vara de formas prismático-octogonales o cilíndricas; puede ser simple sin adornos, o llevar aditamentos decorativos. El capitel resulta muy difícil de clasificar, pues responde mucho a la capacidad imaginativa de los autores. La parte mas sustantiva del cruceiro es, naturalmente, la cruz. En el anverso se representa a Cristo crucificado, que puede ir solo o acompañado. El reverso puede ir limpio, pero casi siempre lleva una representación, teniendo preferencia la imagen de la Virgen María» (Araújo Iglesias, 1997, p. 280).

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Según Castelao (1950), lo correcto sería denominar «cruceiro» a la cruz solitaria y «calvario» a monumentos con episodios de la pasión de Cristo. Es decir, a lo que comúnmente denominamos en Parderrubias O Cruceiro de O Trabazo, es es realidad un Calvario. El propio Castelao alude al cruceiro como una «oración de piedra» o un «perdón del cielo». El cruceiro es un objeto sagrado, así como el lugar en el que se encuentra, pues actúa como instrumento de sacralización y cristianización. Por ello, según Araújo Iglesias (1997), se ubican en los cruces de caminos que eran lugares de superstición y de viejos cultos, en los mismos caminos con la finalidad de proteger a los caminantes, en el campo de la feria o en el mercado para proteger a los animales e, incluso, en lugares en los que se había producido alguna muerte violenta, con el fin de evitar que las almas errantes de las víctimas pudiesen hacer daño a los transeúntes. Sus orígenes se sitúan en plena Edad Media (siglo XIV), alcanzando su mayor auge y esplendor entre los siglos XVII y XIX.

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En Parderrubias destaca un bello calvario, ubicado en O Trabazo, formado por un conjunto de tres cruceiros y un altar en el del centro. A este lugar llega todos los años la procesión de Corpus Christi, función que cumplen muchos cruceiros de este tipo en Galicia. En el siglo XIX existía un Calvario o Viacrucis (serie de cruces) que iba desde la iglesia parroquial hasta este monumento de cruceiros de O Trabazo. Se cuenta que su final fue trágico. Un Párroco de esa época intentó vender todas esas cruces que formaban el Calvario en contra de la opinión de sus feligreses, quienes mostraron una férrea oposición a ello. La noche anterior a ser retiradas por el supuesto comprador, los vecinos las rompieron. El conjunto de Cruceiros de O Trabazo fue restaurado en el año 2008. En las dos primeras fotografías -cedidas por Manuel Outumuro Seara- se puede observar su estado antes de esta restauración, mientras que en las siguientes vemos su estado actual.

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Como hemos comentado, un enclave habitual de los cruceiros gallegos son las encrucijadas de caminos con el fin de proteger a los caminantes. El cruceiro ubicado en O Alcauzo podría responder a esta función, al situarse en la bifurcación del camino que conduce a la iglesia Parroquial y el que lleva a O Alcauzo.

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Entre o cruceiro vou indo
e del non me sei volver.

Somos terra de cruceiro,
somos coroa esquecida,
somos bágoa d'outro peito.
(María Mariño, 1963).

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Desde el Calvario de O Trabazo
Referencias

Araújo Iglesias, M. A. (1997). A Merca. Antropoloxía dun Concello Galego. Ir Indo Edicións.

Castelao, A. (1950). As cruces de pedra na Galiza. Editorial Nós.

PARDERRUBIAS (Parietes Rubias)

PARDERRUBIAS (Parietes Rubias)

Por los Profesores Sierra Freire y Fernández Seara


Blog creado, editado y coordinado por los Profesores Juan Carlos Sierra Freire (Universidad de Granada) y José Luis Fernández Seara (Universidad de Salamanca) que pretende difundir, dar a conocer y ser un centro de documentación de la Parroquia en la que ambos han nacido. 

Se trata de un tributo a PARDERRUBIAS (de Ourense) y a sus Gentes.

E-mail: parietesrrubias@gmail.com

Twitter: Parderrubias @P_Parderrubias

Instagram: @parietes_rubias

Facebook: A min tamén me gusta Parderrubias


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Rincón de Parderrubias con las típicas parietes rubias.

La Parroquia de Parderrubias  (Parietes Rubias: paredes rubias, coloradas o rojas) en Ourense está conformada por seis pueblos: A Iglesia, Barrio, O Outeiro, A Carretera, As Campinas y Nigueiroá. Algunos de ellos incluyen sectores con identidad propia (e.g., O Valdemouro, O Alcouzo, etc.).

En el año 957, en el Tumbo de Celanova, aparece la primera referencia documental que alude de manera explícita a Parderrubias:

«…Et ipsa villa inter Minio et Arnogia, vocitata Parietes Rubias, pro quo accepimus de vobis precium in…«.

Entre los siglos VII y XI empiezan a surgir poblamientos en lo que hoy conocemos como Terras de Celanova, con nombres derivados de antropónimos latinos. Se trata de villares o zonas de expansión agraria, entre los que se encuentra Parietes Rubias (paredes, muros rojos). Por tanto, cabe pensar que en el siglo X existía ya un poblamiento asentado en lo que hoy es Parderrubias. Tal como se recoge en la Escritura del Tumbo de Orense, en el año 1122 la Condesa de Portugal Doña Teresa renueva a Orense el título de Ciudad, concediendo a la Iglesia su jurisdicción desde Ervedelo hasta Parderrubias, lo cual indica que estamos ante un asentamiento ya claramente establecido en esa época. En el siglo XV las referencias documentales a los clérigos de Parderrubias son frecuentes, lo que prueba que la Parroquia de Parderrubias se encontraba completamente consolidada a finales de la Edad Media. En el siglo XVI encontramos los primeros registros parroquiales de bautizados, casados y fallecidos.

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Vista área de A Iglesia

«Yo voy siguiendo mi ruta,
caminito de mi aldea;
la de las rubias casitas,
la de encantadas robledas,
la de negruzcos pinares,
la de magníficas vegas,
la de alquería y trofín,
la de verbenas y fiestas,
la de ancianos chocarreiros,
la de rapazas morenas…
«

(Estrofas del poema Caminito de mi Aldea de Felisindo Grande Seara, publicado en 1935).


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Amanecer en Parderrubias